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"Me gustan maduritos": con engaños, mujer seducía hombres para robarlos

Su verdadero nombre es Candy Arrieta y se hacía llamar 'Dulce Ángel' en la red de citas Badoo. Cayó tras enterrar vivo a un hombre que cayó en su trampa.

20064_Foto: Candy Arrieta / Facebook
"Me gustan maduritos": con engaños, mujer seducía hombres para robarlos
Foto: Candy Arrieta / Facebook

Como Hedangelin Candy Arrieta, de 34 años, fue identificada una mujer de origen venezolano, usuaria de la aplicación de citas Badoo, que usaba sus encantos para seducir hombres que resultaban gravemente golpeados y robados al ir en su búsqueda. Para tal fin, la mujer operaba con su pareja, que era el cómplice de todos sus delitos.

El caso, del que hace eco la prensa española, se registró en la población de Pedrola, un suburbio de Zaragoza. Allí, cegados por el deseo, acudieron tres infortunados usuarios de la red Badoo, confiados en saciar sus más bajos deseos. Por el contrario,

dos de ellos terminaron gravemente agredidos y robados; un tercero, murió luego una terrible agonía.

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De acuerdo con las investigaciones, la mujer era la carnada y su novio, el marroquí Mohamed Achraf, el ejecutor de los crímenes.

La primera víctima, según las investigaciones, fue un rumano de mediana edad al que apenas pudieron robarle 50 euros y un modesto vehículo.

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Tan solo dos días después, la víctima un hombre español de 54 años, divorciado, quien creyó ciegamente ante mensajes como: “Me gustan los maduritos", que le envió la mujer, así como otra comunicación mucho más explícita en la que ‘Dulce Ángel’ le dio detalles de su zona íntima.

Una vez el hombre acudió a la cita, apareció el novio de la mujer, quien tras atarlo de pies y manos lo metió en el maletero de su propio carro. Después, le exigieron las claves de sus tarjetas y procedieron a vaciarlas.

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Finalmente, en un descuido, el infortunado seductor logró escapar.

La tercera víctima fue un empresario vasco llamado José Antonio Delgado, quien fue brutalmente golpeado y enterrado vivo en la casa donde la mujer residía. En el inmueble, las autoridades españolas hallaron su cadáver, así como las pertenencias de las víctimas a modo de trofeos.

De acuerdo con los análisis forenses, Delgado fue sepultado estando con vida, ya que tenía tierra en los pulmones y su cuerpo mostraba rastros de varias contusiones.

 
 

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