Los indígenas Misak derribaron la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada en Bogotá, según ellos, porque el reconocido español junto con otros conquistadores invadieron sus tierras, robaron sus riquezas, violaron a sus mujeres y esclavizaron a sus hijos.
“Lo que acabamos de hacer junto con las mujeres mestizas de Bacatá, el movimiento de autoridades indígenas de suroccidente, es una limpieza, una sanación espiritual, derrumbando a este masacrador y violador número uno de aquí de Bogotá”, dijo a BLU Radio uno de los indígenas.
Definitivamente, derribar dicho monumento que se encontraba instalado en la plaza de la Universidad del Rosario, a tres cuadras de la Casa de Nariño, para ellos es una sanación espiritual que se debían, pues ver estas estatuas les recuerda la sangre y el llanto de su pueblo.
Asimismo, la comunidad agregó: “Derribamos Gonzalo Jiménez de Quesada porque fue históricamente un masacrador, torturador, ladrón y violador de nuestras mujeres y de nuestros hijos”, dijeron los indígenas Misak.
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Cientos de internautas aplaudieron el acto de los indígenas, de hecho, una internauta dijo en los comentarios que dar de baja con esta estatua no solo fue una sanación espiritual, sino fue un despertar después de 500 años dormidos.
“Fuimos masacrados por los invasores. Más de 500 años dormidos, despierta Colombia que no, nos atropellen más”, puntualizó.
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