Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Entérate de lo más reciente en el mundo del entretenimiento al activar las notificaciones.
Tal vez más tarde
Quiero recibirlas

Publicidad

Enfermera retrasó su jubilación para combatir la pandemia y murió por COVID-19

La mujer recibió el merecido descanso tras 43 años de trabajo, pero sintió que podía dar más para contrarrestar los terribles efectos que ha dejado el coronavirus.

Enfermera.jpg
Murió enfermera de 78 años en Estados Unidos
/ Foto: Freepik

Ya ha pasado más de un año desde que empezó a sonar en el mundo el tema de un nuevo coronavirus, más de 12 meses en los que miles de personas en todo el mundo han perdido a sus seres queridos a causa de una pandemia que parece no terminar.

Durante todo este tiempo, en redes sociales se han hecho virales historias que han tocado el corazón de quienes las conocen. Algunas con final feliz, pero otras que dejan al borde de las lágrimas a cualquiera, es el caso de la enfermera estadounidense Betty Grier Gallaher.

La mujer de 78 años retrasó su jubilación solo con la intención de seguir trabajando y ayudando en el hospital Coosa Valley Medical Center de Alabama. Durante 43 años se desempeñó como enfermera de urgencias, el mismo lugar que la vio partir de este mundo.

Todo empezó a mediados de diciembre pasado cuando empezó a sentirse mal y, a pesar de conocer de cerca el COVID-19, atribuyó los síntomas al cansancio por el intensivo trabajo en el hospital, aun así se practicó la prueba y salió positiva.

Publicidad

Betty mantuvo cuarentena en su casa y manifestó a sus hijos que cuando superase la enfermedad ahora sí se jubilaría. Una promesa que no pudo cumplir, pues el pasado 10 de enero, un día antes de su cumpleaños, falleció a causa del virus que tanto ayudó a combatir.

Publicidad

En el día de su muerte, todo el personal se acercó a su habitación para despedir a una mujer y trabajadora excepcional que dejó de lado su descanso para seguir trabajando por salvar vidas.

Betty tenía edad suficiente para jubilarse, pero solo tomó dos días de descanso y luego regresó a trabajar. Aunque su familia y personal del hospital insistieron en que no debía hacerlo, la enfermera prefirió dar una mano en contra de la pandemia.

“No era la forma en que queríamos que se fuera. Nos sentimos como si hubiéramos perdido a nuestra madre”, expresaron sus compañeros.

  • Publicidad