Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Entérate de lo más reciente en el mundo del entretenimiento al activar las notificaciones.
Tal vez más tarde
Quiero recibirlas

Publicidad

Justicia divina: hombre pagó 32 años en prisión y luego comprobaron que era inocente

La novia lo había culpado de un asesinato que no cometió y solo por ese testimonio lo habían metido preso.

Gilbert Lee Poole Jr
Hombre pagó 32 años en prisión por un delito que no cometió
/Foto: WMU Cooley Law School

Gilbert Lee Poole Jr., de 56 años, quedó en libertad tras haber estado en prisión durante más de tres décadas, luego que lo inculparan por un homicidio ocurrido en el año 1988. Pero tras una investigación reciente, se comprobó que su ADN no estaba vinculado con la escena del crimen y que su novia fue la culpable de su condena, pues había dado un testimonio falso, según informó Detroit News.

De acuerdo con el medio, en el año 1988 cuando Gilbert solo tenía 22 años fue culpado de homicidio por haber asesinado a Robert Mejía, de 35 años, en Pontiac, Michigan, luego de que su propia novia diera testimonio en su contra.

La mujer aseguró en pleno juicio, cinco meses después de la misteriosa muerte de Mejía, que el día del crimen tuvo una discusión con Gilbert, por lo que él joven en ese entonces salió supuestamente en búsqueda de dinero y posteriormente volvió rasguñado.

Eso se le hizo raro, por lo que le preguntó qué le había pasado, a lo que este le respondió que había asesinado un hombre.

Publicidad

Y a pesar de que el Gilbert alegó su inocencia y manifestó cientos de veces que el jamás había llegado con la cara rasguñada ni le había hecho esa supuesta confesión, parece que el testimonio de su novia fue lo que condenó, pues lo relacionaron con una mordida que tenía la víctima en el brazo.

Todo indicaba que él era el único culpable, pues nunca comprobaron que el ADN que tenía la victima correspondía al de él, a pesar de que le habían tomado la muestra al fallecido, la cual se guardó durante todo este tiempo.

Publicidad

Luego, pasadas tres décadas, gracias a la organización Innocence Project, que busca ayudar a personas inocentes a salir de prisión, Dana Nessel, la procuradora general de Michigan, retomó su caso y tras verificar la sangre que tenía la victima y el acusado, se comprobó que no eran las mismas, por lo que se supo que él no fue quien cometió el crimen.

Por eso, la funcionaria procedió a anular el falso testimonio y dejar en libertad a Gilbert, un sujeto que sin duda alguna pagó un delito que no cometió por culpa de una persona inescrupulosa que por motivos desconocidos mintió.

Si supiéramos entonces lo que sabemos ahora, el señor Poole nunca habría pasado las últimas tres décadas en prisión por un asesinato que no cometió”, dijo Nessel.

Tras la anulación de la condena, Gilbert se alegró de que por fin alguien lo escuchara y encontraran que él si era inocente como lo afirmó por varios años. Asimismo, dijo que fue Dios quien intervino por él para acabar con este acto de injusticia.

Publicidad

"Dios intervino y me envió una banda de ángeles para mirar más allá de las reglas y regulaciones y ver quién estaba parado aquí en el horno… Estaba parado aquí en el horno. No pertenecía aquí", dijo.

El caso de Poole es una muestra de una de las tantas injusticias de este mundo, pues por el falso testimonio de una mujer, perdió 32 años de su vida que sin duda alguna no le podrá recompensar ninguna riqueza del mundo.

/Foto: Detroit News
Gilbert Lee Poole Jr
/Foto: Detroit News

Publicidad

  • Publicidad