Taylor estaba profundamente enamorada de Joe, y él a través de una llamada telefónica de 25 segundos le confesó que no quería seguir con ella. Desde entonces Taylor no le dirige la palabra.
Todo era color de Rosa hasta que Robert se enteró que Kristen le había sido infiel con el director Rupert Sanders. Tuvieron que trabajar juntos cuando no querían verse ni en pintura.
Su relación encierra todo lo que está mal: alcoholismo, infidelidad y hasta violencia intrafamiliar. Su divorcio ha sido de los más duros de Hollywood