Las autoridades siguen armando el rompecabezas del atentado que tiene en vilo a Colombia. En el centro de la escena, el conductor Carlos Eduardo Mora González, quien transportó a los implicados el día del ataque contra Miguel Uribe Turbay, se ha convertido en una fuente clave para esclarecer los hechos. Su testimonio ante la Fiscalía no solo confirma cómo se planeó todo, sino que aporta nuevos datos sobre los actores involucrados.
Mora, de nacionalidad venezolana, relató con detalle cómo fue contactado a través de WhatsApp por alias el Costeño, a quien conoció apenas una semana antes. Por cinco millones de pesos, aceptó transportarlos sin imaginar del todo la magnitud del encargo. En su relato menciona que ese día se le habló de una “vuelta” en Modelia, y que escuchó expresiones como “meterle plomo”, aunque sin saber aún quién era la víctima.
Durante el trayecto en su Chevrolet Spark gris, Mora presenció cómo se pactó el atemtado: recogieron a un menor, quien sería el autor material del atentado, y se le explicó el lugar exacto donde debía actuar. Alias el Costeño y una mujer que lo acompañaba fueron los encargados de entregarle la pistola, una Glock, que ocultaban en la cintura.
Según Mora, allí mismo se produjo un detalle revelador: el joven se quitó sus pertenencias y las dejó con la mujer antes de salir al ataque, según el informe de la revista Semana.
Miguel Uribe: lo que revelan las pertenencias del menor implicado
Este detalle no pasó desapercibido para los investigadores. Las pertenencias del menor, recogidas por la mujer cómplice, podrían contener información valiosa que ayude a reconstruir los últimos movimientos del atacante y su posible relación con otros actores del crimen. Se trataría de prendas, accesorios e incluso un teléfono móvil que estarían en poder de la Fiscalía.
El relato de Mora también permite perfilar la logística del atentado: primero realizaron un recorrido por la zona, luego retornaron para ejecutar el ataque el sábado 7 de junio. La mujer jugó un rol determinante en el momento clave: fue quien le pasó el arma al menor y quien se encargó de recoger lo que dejó antes de bajarse del vehículo.
Lo más inquietante del testimonio es que, según Mora, nunca se le dijo quién era la víctima. Solo hasta el día siguiente, viendo las noticias en redes sociales, entendió la magnitud de lo ocurrido. Reconoció al menor en las fotos y videos, y al ver que su carro estaba involucrado, decidió no huir. “Lo hecho, hecho está”, le dijo a su esposa, resignado a enfrentar las consecuencias.
Las autoridades siguen atando cabos en el caso de Miguel Uribe
Con esta confesión, la Fiscalía fortalece su caso contra los presuntos responsables del atentado. La participación de alias el Costeño, la mujer aún sin identificar plenamente, y el menor implicado, se confirma con las palabras del conductor, ahora detenido y colaborando con las autoridades. Su testimonio será fundamental para llegar a los autores intelectuales.
Mientras tanto, Miguel Uribe permanece en recuperación bajo estricta vigilancia médica en la Fundación Santa Fe. El país sigue de cerca este caso, que no solo ha sacudido la política nacional, sino que también ha puesto sobre la mesa la preocupante presencia de estructuras criminales que usan menores para ejecutar actos violentos.
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