Una oleada de risas y comentarios le llovieron a Chris Mendiola, un joven texano de 26 años, por haberse dibujado la cicatriz que le quedó a su perro después de la castración.
El brazo fue la parte del cuerpo que escogió para llevar la marca que tiene en el abdomen su mascota y, a través de su cuenta de Facebook, lo divulgó.
“Aquellos que conocen a Bear saben que tiene un tatuaje, dado por sus anteriores dueños. Me repugna saber que las personas tatúan a sus mascotas. Así que esta noche me hice su tatuaje”, escribió junto a las imágenes.
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Dicha publicación llamó toda la atención de sus “amigos” que no tardaron en difundirla.
Ante las críticas que recibió, el joven habló con BuzzFeed News y aclaró los motivos que lo llevaron a tomar esta decisión.
“Puedo llevar a mi perro a todas partes. Puedo mirar abajo y saber que tengo una parte de él conmigo, todo el tiempo”, explicó.
