A cadena perpetua fue condenado un hombre que mató a la novia y después se comió su cerebro. El caso se registró en Jefferson, Indiana (Estados Unidos) y según los investigadores supera cualquier película de terror.
El asesino, Joseph Oberhansley de 39 años, no solo mató a su novia Tammy Jo Banton con más de 25 heridas de arma blanca y canibalizó el cuerpo, sino que además aseguró que el crimen fue cometido por dos afrodescendientes, lo que finalmente se demostró que no fue cierto.
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Por si fuera poco el prontuario, años antes el peligroso criminal baleó a su propia madre y ya había matado a una pareja.
El homicidio de Tammy Jo Banton se registró en 2014, pero antes Oberhansley había pagado 12 años de cárcel por el homicidio de su otra novia.