Irlanda Méndez

La revista People ha nombrado a Demi Moore como la mujer más bella del mundo en su edición de 2025, reconociendo no solo su impacto en el cine, sino también su vigencia como símbolo de estilo, autenticidad y fortaleza femenina. A sus 62 años, Moore se convierte en la imagen de una portada que celebra a figuras que redefinen lo que significa ser influyente.Con una carrera que abarca más de cuatro décadas, Demi Moore ha interpretado papeles memorables en filmes como Ghost, G.I. Jane, Striptease y The Substance. Esta última, presentada en Cannes en mayo de 2024, le valió por primera vez un Globo de Oro y un premio del Sindicato de Actores, consolidando su talento dramático tras años de reconocimiento insuficiente.En una entrevista exclusiva para la publicación, la actriz reflexiona sobre su evolución, su cuerpo y su reconciliación con el paso del tiempo: “No volvería a los 21 años ni aunque me pagaran: era una tortura”, confiesa. En sus palabras, Moore transmite un mensaje de aceptación y libertad que resuena especialmente en un contexto mediático aún dominado por ideales juveniles.“El verdadero encanto está en sentirse cómoda con quien uno es”, afirma Moore, subrayando que la belleza no radica en la perfección, sino en la autenticidad y la positividad. Lejos de las imposiciones de Hollywood hacia las mujeres maduras, la actriz celebra su cuerpo por la historia que cuenta, no por la imagen que proyecta.La portada de People, publicada el 22 de abril, la muestra envuelta en un vestido verde esmeralda de terciopelo diseñado por Schiaparelli, con un escote halter adornado por una joya dorada integrada en el cuello. El atuendo, sensual y sofisticado, se complementa con joyas doradas —aros tipo argolla y un brazalete XL—, siguiendo las tendencias de la temporada. Su peinado, con ondas suaves, cabello largo y raya al medio, desafía las normas tradicionales que insisten en que las mujeres mayores deben cortar su cabello. Moore responde con elegancia y seguridad.La revista no solo destaca su apariencia, sino también su capacidad de adaptarse a diferentes roles. “Estrella de cine, ícono de belleza y, sí, ¡abuela!”, dice el titular. Con tres hijas —Rumer, Scout y Tallulah, fruto de su relación con Bruce Willis— y una nieta recién nacida, Moore se muestra profundamente conectada con la maternidad y la transmisión generacional. “Ver a Rumer dar a luz fue increíble”, comparte. “Fue un momento de profunda transformación, no solo para ella, también para mí”.En la entrevista, también repasa sus inicios, marcados por la autoexigencia física. Contó cómo solía recorrer en bicicleta 42 kilómetros desde su hogar en Malibú hasta los estudios Paramount, un símbolo de la disciplina con la que enfrentó los estándares de la industria. Hoy, sin embargo, prefiere abrazar una visión más compasiva y equilibrada: “¿Cómo puedo esperar que mis hijos tengan compasión de mí si yo no la tuve por mi madre?”, reflexiona al hablar de su complicada relación con una madre marcada por el alcoholismo.Demi Moore, más allá del glamour, se erige como un emblema de la mujer que se reconstruye, que desafía los cánones y que asume cada etapa de su vida como una declaración de amor propio. En 2025, su belleza es celebrada, sí, pero su mayor conquista es haber encontrado armonía entre su historia, su cuerpo y su espíritu.Mira también: Isabel Cristina Estrada se convirtió en mamá a los 40

Irlanda Méndez

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