Un joven de 30 años murió a causa del coronavirus luego de haber participado en una “Fiesta COVID-19” organizada por varios contagiados para demostrar que el virus no es tan grave.
La víctima, poco antes de fallecer en un hospital de San Antonio, Texas, le dijo a la enfermera que lo atendía “creo que cometí un error”.
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La directora médica Jane Appleby, fue quien informó lo sucedido al diario News4 San Antonio.
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Jane no quiso dar información concreta de quien se trataba, pero lo que si advirtió es que las personas deben estar atentas a la pandemia y cumplir con las medidas que sean necesarias.
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Además, el paciente confesó todo y hasta pensó que se trataba de una mentira.
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"El virus es serio y se transmite fácilmente", señaló la directora del hospital quien también dijo que "el virus no discrimina y ninguno de nosotros es invencible".
ABC News afirma que en esta ciudad los contagios no ceden y ya van más de 18 mil infectados.
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