El pueblo de Colobraro es una pequeña villa en la región de Basilicata, en Italia, que se encuentra ubicado en una colina. Aunque es un lugar tranquilo y rodeado de un gran paisaje natural, el lugar causa terror entre sus habitantes.

Al parecer tras una leyenda, el pueblo tiene un secreto oscuro y está maldito ; según contó un diario italiano conocido, la historia nació a partir de las primeras décadas del siglo XX, cuando el alcalde de Colobraro, un abogado llamado Biagio Virgilio, en medio de un tribunal dijo , “Si lo que digo es falso, que caiga este candelabro” justo en ese momento la pieza cayó del techo.

Tras el acontecimiento se cree que quedó un hechizo en Colobraro relacionado por un mal augurio, lo que ha causado que hasta la actualidad el pueblo mantenga una mala reputación.

Debido a la historia que se sostiene hasta el momento, todo lo malo que ocurre en la villa la gente lo relaciona con el maleficio , ya sea que ocurra un accidente de tránsito, que se presenten problemas económicos o incluso desastres naturales.

Por otro lado, el miedo, el terror y el temor que despierta el lugar, causa en muchas personas que no puedan ni siquiera pronunciar su nombre y suelen referirse a ese pueblo en lugar de Colobraro.

El caso ha llegado al punto de que si alguien dice el nombre del pueblo se santigüe con la intención de alejar el mal augurio , hasta la policía se ve involucrada en la temible villa , pues no se atreven a multar a los conductores que sobrepasan los límites de velocidad por miedo a que sea algo anormal.

Entre tanta mala noticia, temores y hechos que causan nervios, la zona llamada Combarro, quiso aprovechar la mala fama del pueblo para utilizarla a su favor haciendo que miles de turistas lleguen al lugar, debido a esto se decidió que cada año se celebraría el festival de leyendas ligadas a la magia.

Entre el festejo de dicho festival, las calles del pueblo y las plazas se hace un desfile de seres fantásticos, en donde se volvió tradición hacer amuletos con granos de sal para romper conjuros , se utiliza romero para los espíritus malignos y lavanda para tener paz y serenidad.

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