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El crimen fue presenciado por un loro que la pareja tenía. Gracias a las palabras que repetía el animal “¡Don’t fucking shoot!” (¡no dispares, maldita sea!), en un tono que recordaba al de Martim Duram, de 46 años.
El sujeto recibió cinco disparos, al parecer por su esposa Glenna Duram, de 49 años.
La mujer fue condenada el pasado miércoles por homicidio en primer grado, tras matar a su esposo, según las palabras que repite la mascota de la víctima.
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Un loro gris africano llamado Bud, aparente testigo, no fue aceptado por los tribunales. Cristina Keller, ex esposa de la víctima, se quedó con la mascota tras el crimen quien posteriormente reveló la frase que repetía la mascota.
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