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Cómo se puede apreciar en una grabación captada por una cámara de seguridad ubicada en la entrada principal de la Trigésima Brigada, la camioneta bomba fue inspeccionada por un militar antes de ingresar a la sede militar.
Lo curioso del hecho, es que el hombre que se encargó de revisar el vehículo usado para perpetrar el acto terrorista, no empleó acompañamiento canino para identificar posibles explosivos, así como tampoco un bastón de inspección que permitiera a través de un espejo localizar alguna amenaza por debajo del vehículo.
Simplemente, se ve como el militar dialogó unos 20 segundos con el conductor y luego le revisó solo la parte trasera del vehículo, en una inspección superficial de al menos 12 segundos.
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Posteriormente, le dio el visto bueno al terrorista para que accediera a la instalación militar.
Una hora después de haber ingresado, la misma cámara de seguridad registró como el conductor del carro bomba salió como si nada.
De acuerdo con el comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, se está estudiando si se trató de un acto de negligencia o definitivamente uniformados estuvieron involucrados con el caso.
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