Después de casi dos décadas de mantenerse al margen de los medios, Emmanuel Rojas, el hijo de Clara Rojas, ha decidido hablar públicamente sobre su vida, su infancia en condiciones excepcionales y su relación con los momentos más oscuros del secuestro de su madre.
En una entrevista exclusiva con SEMANA, el joven estudiante de derecho aborda con serenidad temas que marcaron su existencia, incluidos los vínculos con su madre, su decisión de no buscar a su padre y sus recuerdos de la selva y su posterior vida en Bogotá.
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¿Quiés es Emmanuel, hijo de Clara Rojas?
La historia de Emmanuel empezó el 16 de abril de 2004, en el corazón del Guaviare, en condiciones que estremecieron a Colombia y al mundo. Su madre, secuestrada por las FARC junto con Ingrid Betancourt, dio a luz bajo la mirada de sus captores.
Poco después, Emmanuel fue separado de ella y entregado a un campesino, Crisanto Gómez, quien lo llevó al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en San José del Guaviare.
Llegó gravemente enfermo, con un brazo fracturado, pero fue acogido por un hogar de paso en Bogotá, donde comenzó a reconstruir su vida.
“Mis primeros recuerdos se remontan a FANA (Fundación para la Asistencia de Niños Abandonados), donde estuve tras salir de la selva”, relató Emmanuel para SEMANA.
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Recuerda las instalaciones, las actividades y los otros niños con quienes compartió. Aunque era muy pequeño, momentos clave de su infancia están grabados en su memoria, como cuando vio a su madre en televisión descendiendo del avión que la llevó a la libertad en Caracas en 2008.
“Cuando la vi por primera vez, me pareció una mujer muy bonita”, dijo entre risas.
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Así fue el reencuentro de Emmanuel con Clara Rojas
El 10 de enero de 2008 marcó un antes y un después para Emmanuel y Clara Rojas. Tras años de angustia y separación, madre e hijo se reunieron en Bogotá en un emotivo encuentro facilitado por el ICBF.
“Cuando lo vi entrar, ya no era el bebé que dejé en la selva. Era un niño que caminaba y me dio un abrazo fuerte. Fue muy emocionante”, recordó Clara.
Por su parte, Emmanuel, que entonces tenía tres años y medio, aseguró que aunque no entendía completamente la situación, sabía que estaba reencontrándose con su madre.
En la entrevista, Emmanuel abordó un tema que para muchos podría ser central en su historia: su padre biológico.
Sin embargo, con serenidad, afirmó que nunca se ha planteado buscarlo. “No veo necesario preguntarme por la suerte de mi padre”, comentó, dejando claro que su relación con Clara y la estabilidad de su vida actual son suficientes.
Hoy Emmanuel es un joven que cursa la carrera de derecho, inspirado en la trayectoria de su madre como abogada.
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Describe su camino educativo como un viaje progresivo, agradecido por el apoyo de Clara en los momentos más desafiantes de su carrera. “Agradezco tener una mamá como la mía porque me ha guiado y asesorado”, dijo.
Aunque Emmanuel prefiere no ahondar demasiado en los detalles más oscuros del pasado, muestra una sorprendente madurez al hablar de perdón. “Es importante perdonar, pero no olvidar”, expresó, aludiendo a las cicatrices que dejó el conflicto armado en su vida y en la de su madre.
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