La vida del senador Miguel Uribe estuvo en juego durante el reciente Carnaval de Barranquilla, uno de los eventos más concurridos y coloridos del país. Según declaraciones de Katherine Andrea Martínez, alias ‘Gabriela’, a las autoridades judiciales, un grupo de sicarios planeó atentar contra él durante su estadía en la ciudad. Sin embargo, el destino, y un desperfecto mecánico, terminaron por salvarle la vida.
La periodista Darcy Quinn fue quien reveló este intento frustrado de atentado, con base en la información que ha salido a la luz durante las investigaciones. Según Quinn, Uribe había llegado a Barranquilla sin su esquema completo de seguridad, a bordo de un vehículo prestado que, inesperadamente, sufrió una falla. Este contratiempo impidió que el político llegara a tiempo a los eventos donde, presuntamente, se planeaba ejecutar el ataque.
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Este no habría sido el único intento contra su vida. Alias 'Gabriela', hoy detenida por el atentado sicarial del 7 de junio en Bogotá, aseguró que hubo al menos tres intentos previos para asesinar al senador del Centro Democrático.
Miguel Uribe y una seguidilla de amenazas que ya había sido advertida
El atentado fallido en Barranquilla no tomó por sorpresa a algunos de sus colegas políticos. José Jaime Uscátegui, representante a la Cámara, declaró recientemente que desde noviembre de 2024 había entregado a la Fiscalía una denuncia con información detallada sobre un posible ataque contra varios miembros del partido, incluyendo a Uribe. Según Uscátegui, se alertó sobre la llegada de comandos urbanos con intenciones claras de atentar contra figuras del Centro Democrático.
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El congresista compartió un video en sus redes sociales donde expresa su preocupación: “Desde el 20 de noviembre entregué una denuncia muy delicada. Las autoridades estaban advertidas, pero no actuaron”.
Estas declaraciones han encendido nuevamente el debate sobre la responsabilidad del Estado y el nivel de protección a los líderes políticos en riesgo.
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Uscátegui fue más allá al insinuar que la falta de acción podría interpretarse como un crimen de Estado, exigiendo transparencia y celeridad en las investigaciones por parte del ente acusador.
El estado de salud de Miguel Uribe sigue siendo delicado
Mientras se revelan nuevos detalles sobre las amenazas en su contra, el estado de salud de Miguel Uribe sigue siendo una preocupación nacional. Tras el ataque en el parque El Golfito, el político permanece bajo estricta observación médica en la Fundación Santa Fe de Bogotá. El parte más reciente indica que su situación es “extremadamente crítica” y que solo se emitirán actualizaciones cuando haya cambios relevantes.
El país sigue con atención el caso del senador, quien no solo enfrenta una batalla por su recuperación física, sino también un entorno político cargado de tensiones y preguntas sin resolver. ¿Qué otros planes había? ¿Quiénes están detrás? ¿Se pudo haber evitado?
Lo cierto es que, de no ser por un desperfecto mecánico en un vehículo prestado, la historia hoy podría ser muy distinta. Y es que, en el caso de Miguel Uribe, la línea entre la vida y la muerte ha dependido, literalmente, de los imprevistos del camino.
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