Joven muere tras sufrir un desmayo y caer sobre los rieles del metro; terminó aplastada

Un escalofriante hecho que tuvo lugar en Netanya, Israel, tiene conmocionado no solo al país sino al mundo pues las impactantes imágenes se viralizaron rápidamente en redes sociales; una joven de solo 19 años terminó siendo triturada tras sufrir un desmayo y caer a los rieles del metro.La escalofriante secuencia muestra a la mujer, aparentemente esperando el servicio junto a varias personas, cuando, de un momento a otro pierde el equilibrio y cae al paso del metro justo cuando este arribaba a una velocidad considerable.Aunque un hombre que pasaba cerca a ella tuvo la intención de ayudarla, en cuestión de segundos la mujer quedó atrapada desde la parte inferior de su cuerpo y fue arrastrada por varios metros.Según las autoridades del país, la tragedia ocurrió en la mañana del pasado miércoles, 20 de septiembre, y quedó captada por cámaras de seguridad del sistema de transporte público. Tras la impactante situación, los demás usuarios solo se limitaron a alejarse horrorizados.Los equipos de emergencia respondieron con rapidez al lugar después de recibir una llamada de urgencia, sin embargo, lamentablemente, solo pudieron confirmar su fallecimiento.Según los testigos, describieron la tragedia como una escena impactante. La rapidez con la que todo sucedió dejó a los espectadores en estado de shock y planteó serias preocupaciones sobre la seguridad en la estación."Cuando llegamos al lugar, vimos a una mujer joven atrapada inconsciente con múltiples lesiones sistémicas. Intentamos darle tratamiento médico durante el rescate, y después de que fue rescatada, le practicamos RCP. Sin embargo, a pesar de nuestros esfuerzos, tuvimos que determinar su fallecimiento", dijo Noam Levy, médico que atendió la emergencia.Israel Railways informó que debido a la emergencia, se produjeron cambios y retrasos en la operación de trenes en la región. La identidad de la joven no fue revelada por las autoridades.Te puede interesar: ReTóxicos capítulo 7: Nunca cepillarse los dientes había sido tan doloroso