El Parque Nacional de Bogotá ha sido el escenario de un controvertido suceso que ha generado indignación y preocupación tanto en la ciudadanía como en las autoridades locales.
El pasado 16 de agosto, imágenes difundidas en redes sociales mostraron a miembros de la comunidad indígena 'Emberá' sometiendo a varios menores de edad a un castigo tradicional mediante el uso de un cepo, una práctica ancestral utilizada por algunas comunidades indígenas para disciplinar a quienes infringen sus normas.
El cepo, una estructura de madera que inmoviliza los pies de las personas tendidas en el suelo, fue utilizado en esta ocasión para castigar a cinco menores de edad, entre ellos una adolescente embarazada.
Este método, aunque considerado parte de la justicia indígena, ha sido calificado como una violación a los derechos humanos por parte de la Alcaldía de Bogotá, que cuestiona la validez de aplicar estas prácticas en un espacio urbano y fuera de un territorio reconocido como jurisdicción indígena.
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El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, se pronunció enérgicamente contra los hechos, señalando que la comunidad Emberá asentada en el Parque Nacional no tiene la autoridad para ejercer justicia en esa zona.
"Rechazamos categóricamente estos actos. No se cumplen los elementos necesarios para aplicar la jurisdicción indígena en el Parque Nacional", afirmó Galán en su cuenta de X (antes Twitter), agregando que la Alcaldía ampliará las denuncias ante la Fiscalía por usurpación de funciones públicas.
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El hallazgo de los menores sometidos al cepo ocurrió durante una inspección realizada por el Puesto de Mando Unificado (PMU) en el parque. Galán reiteró que este espacio debe ser seguro para los niños y condenó el uso de castigos que vulneren los derechos de los más jóvenes.
La Administración Distrital ha manifestado su firme compromiso de proteger a la población infantil mediante la activación de rutas de atención y prevención, así como el inicio de acciones legales contra los responsables.
Este incidente ocurre en medio de tensiones entre la comunidad Emberá y las autoridades locales, quienes han intentado avanzar en el proceso de retorno de los indígenas a sus territorios.
La comunidad lleva más de nueve meses asentada en el Parque Nacional debido a incumplimientos en los compromisos del Gobierno Nacional para facilitar su regreso. El alcalde Galán hizo un llamado urgente a las entidades nacionales para que se sumen al esfuerzo de garantizar el retorno de los Emberá en condiciones dignas.
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La Alcaldía de Bogotá ha sido clara en su postura la cual no tolerará ninguna práctica que atente contra los derechos de niños, niñas y adolescentes.
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