Un evento escolar que buscaba reunir fondos en Krugersdorp, Sudáfrica, terminó en pánico cuando un castillo inflable fue arrastrado por el viento, elevándose varios metros en el aire con niños dentro.
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La escena, ocurrida durante el festival Protea Fees en la escuela primaria Laerskool Protearif, dejó a la multitud en estado de shock cuando dos menores fueron vistos cayendo al vacío desde una altura estimada de diez metros.
Según informó el Daily Mail, más de mil personas asistían al evento cuando el castillo inflable comenzó a girar violentamente en el aire, impulsado por una ráfaga de viento. "Se escuchó un grito enorme cuando cayeron los niños", relató uno de los testigos presenciales.
Un video tomado por otro asistente muestra los momentos de angustia: los menores desplomándose mientras adultos corren desesperadamente para intentar amortiguar la caída.
Ambos niños fueron hospitalizados con lesiones, pero afortunadamente ya fueron dados de alta. A pesar del desenlace no fatal, el caso reabre el debate sobre la seguridad en este tipo de atracciones.
Especialistas en seguridad infantil han advertido durante años sobre los peligros asociados a estructuras inflables mal aseguradas. Melissa Vere Russel, representante de la empresa ABC Jumping Castles, subrayó que "sin anclaje, estos inflables se convierten en trampas letales".
En este caso, varios testigos aseguraron que el castillo no estaba anclado al suelo, lo que pudo haber sido clave en el accidente.
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Este suceso no es aislado. En diciembre de 2021, en Tasmania (Australia), un castillo inflable se elevó por el aire durante un evento escolar, causando la muerte de seis niños.
Aunque recientemente un tribunal australiano desestimó la acusación contra la empresaria responsable del inflable —alegando que se trató de un fenómeno meteorológico imprevisible—, ese caso provocó un replanteamiento de las normativas de seguridad en atracciones similares en ese país.
La jueza del caso, Robert Webster, concluyó que no existían pruebas suficientes para una condena, pese a admitir que se podrían haber tomado más medidas de precaución. “Este incidente ocurrió debido a un evento meteorológico sin precedentes”, declaró.
Casos como el de Sudáfrica y Tasmania ponen en evidencia que los castillos inflables, aunque populares, pueden convertirse en escenarios de riesgo extremo si se descuida la seguridad o se subestiman las condiciones meteorológicas.
A la luz de estos episodios, expertos urgen una regulación más estricta y una mayor conciencia entre organizadores y padres respecto a los peligros que pueden suponer estos juegos infantiles si no se toman las medidas adecuadas.
Castillo inflable sale volando en Sudáfrica
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