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Con la sanción presidencial del pasado 25 de junio, la Reforma Laboral comenzó a abrir nuevos caminos para miles de trabajadores que hasta ahora operaban en una zona gris del sistema: los repartidores de plataformas digitales.
Esta nueva normativa, impulsada por el gobierno del presidente Gustavo Petro, busca equilibrar las condiciones laborales y ofrecer mayores garantías a quienes día a día recorren la ciudad en moto o bicicleta para entregar domicilios.
Uno de los puntos más relevantes de esta reforma es que estos trabajadores tendrán, por primera vez, acceso a seguridad social. Es decir, podrán contar con afiliación a salud, pensión y riesgos laborales, lo que representa un paso importante hacia una inclusión laboral más justa. Según el texto aprobado en el Congreso, tanto plataformas como repartidores asumirán responsabilidades compartidas para estos aportes.
La medida aplica para quienes estén bajo relaciones de dependencia y también para quienes operan como independientes. En ambos casos, las plataformas tendrán una participación económica significativa, asegurando el respaldo en salud y pensión de quienes muchas veces trabajan sin descanso para cumplir con los pedidos de los usuarios.
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La nueva legislación establece que las plataformas digitales asumirán el 60% del aporte a salud y pensión de los repartidores, además de cubrir el 100% de los riesgos laborales. Por su parte, los trabajadores deberán cubrir el 40% restante del aporte a salud y pensión. Esto se aplicará incluso cuando trabajen como independientes, sin que ello implique un cambio en su condición contractual.
En el texto oficial de la norma se aclara que el ingreso base para calcular estos aportes será el 40% de lo que el repartidor reciba a través de la plataforma. Esta fórmula busca ser realista con los ingresos y no generar cargas excesivas para los trabajadores, al tiempo que se garantiza un respaldo en caso de enfermedad, accidente o retiro laboral.
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Según datos recientes de la Alianza In, en 2024 hubo más de 645.000 repartidores utilizando plataformas digitales como fuente de ingresos. Esta cifra demuestra que se trata de un sector creciente y vital para el ecosistema urbano, por lo que incluirlo en la Reforma Laboral era una deuda pendiente con una población que por años ha estado excluida de beneficios básicos.
Los repartidores de plataformas, muchas veces considerados trabajadores invisibles, ahora ven con buenos ojos una legislación que por fin los reconoce y protege. Con jornadas que superan las ocho horas, recorridos bajo lluvia o sol, y sin garantía de ingresos mínimos, este grupo laboral representa una parte clave del engranaje económico urbano.
Con esta inclusión en la Reforma Laboral, se espera que las condiciones mejoren no solo en términos económicos, sino también en dignidad y bienestar. Plataformas como Rappi, Didi Food, iFood y similares deberán adaptarse a las nuevas disposiciones legales y establecer mecanismos para cumplir con sus obligaciones.
Este es apenas el primer paso. Lo que sigue es un proceso de implementación que requerirá vigilancia y acompañamiento. Lo importante, por ahora, es que la normativa ya está en marcha y que por fin los repartidores empiezan a recibir el trato laboral que merecen.
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