La actriz porno colombiana Esperanza Gómez lanzó oficialmente junto a la sexologa Flavia Dos Santos el podcast ‘Del saber al hacer’, en el que hablan del mundo de placer y también del aprendizaje en este ámbito de la vida sexual.
Ambas mujeres se aventuraron en este llamativo mundo sexual en el que hay muchos temas considerados ‘Tabú'; por eso Esperanza y Flavia decidieron quitarle los tapujos y penas al asunto para hablar abiertamente y revelar secretos, vivencias y detalles de su vida privada, no solo para demostrar que las anécdotas y hasta fracasos le pueden ocurrir a cualquiera, sino también para ofrecer consejos y tips.
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Y justo en su más reciente podcast las mujeres hablaron sin tapujos del tiempo que consideran que es el ideal para cumplir con una relación sexual.
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Para Dos Santos y basada en su experiencia: “el acto sexual ideal son siete minutos y medio, especialmente por el tema de la lubricación natural en las mujeres y la penetración constante. Creo que entre mujeres sí puede durar más”.
Pero esto no es lo que piensa Esperanza Gómez, que cuando fue preguntada por su compañera, respondió que siete minutos le parecía “muy poquito”.
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“Me pongo a llorar con solo siete minutos, quedaría insatisfecha. Mi marido gringo, que es un gran amante, sabe que a los siete minutos apenas estoy empezando. Y yo no uso lubricantes químicos, mi pareja usa la saliva, que es más además más especial y te conecta más con tu pareja”.
Pero en este podcast también hablaron sobre el sexo sin amor y del por qué para los hombre es permitido, pero para las mujeres es mal visto.
“El sexo con amor nutre el alama y el cuerpo, desplegando conexiones emocionales inquebrantables (...) El sexo sin amor puede ser una expresión liberadora de deseo, sin ataduras (...) las experiencias pasajeras pueden moldear nuestro crecimiento personal”, señaló la actriz de 43 años.
Y agregó: “Yo se la diferencia entre mi trabajo, que es tener sexo por placer frente a una cámara; y cuando yo tengo sexo con mi pareja con amor. Uno tiene un objeto de placer cuando lo hace con la persona que está enamorada; (...) en la cama sale ese animal salvaje. Yo sí soy capaz y lo he hecho durante muchos años de estar en una relación de monogamia y sentir ese amor, ese deseo y esa pasión de querer ‘comerme’ a mi pareja todos los días”.
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