La muerte de Catalina Gutiérrez, de 21 años, tiene conmocionado a los argentinos y los internautas. Conocida por su presencia en las redes sociales, desapareció el miércoles 17 de julio mientras se dirigía al centro comercial Patio Olmos para encontrarse con unos amigos. Su última comunicación fue un mensaje de audio enviado a su novio, informándole que iba en camino, pero nunca llegó a su destino.
Preocupados por su ausencia, la familia y amigos de Catalina iniciaron una intensa búsqueda. Utilizando el sistema de localización de Apple, su hermana rastreó la ubicación de su iPhone, encontrando una señal fija en una dirección específica. Al alertar a la policía, los agentes localizaron el vehículo, un Renault Clio prestado por su madre, en el barrio Ampliación Kennedy. Dentro del auto, encontraron el cuerpo sin vida de Catalina en el asiento posterior, con signos de estrangulación, golpes y quemaduras.
Las autoridades descartaron rápidamente la hipótesis de un robo, ya que la joven tenía consigo su costoso celular y otras pertenencias. El principal sospechoso del crimen es Néstor Soto, de 21 años, quien se identificaba como el mejor amigo de Catalina y su compañero de universidad. Soto fue detenido y confesó el crimen, declarando que Catalina era "el amor de su vida". En la casa del sospechoso, la policía encontró un anillo perteneciente a Catalina, perdido durante el forcejeo mientras intentaba defenderse.
Resultado de necropsia
a Catalina Guriérrez
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La necropsia reveló detalles escalofriantes sobre la muerte de Catalina. Según el informe forense, la joven murió a causa de asfixia por estrangulamiento tras ser brutalmente golpeada. Las quemaduras en su cuerpo se habrían producido porque el confeso feminicida intentó prender fuego al vehículo para borrar las evidencias. Este intento fallido de encubrimiento ha profundizado la indignación y el dolor en la comunidad.
Catalina Gutiérrez, quien contaba con más de 83 mil seguidores en sus redes sociales, era una joven con un futuro prometedor. Vivía con su familia en el barrio Inaudi y estudiaba arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba, siguiendo los pasos de su padre Marcelo, un reconocido arquitecto. Además de su carrera académica, Catalina era una destacada influencer que promocionaba fiestas, productos y compartía sus experiencias de viaje por Buenos Aires, Rosario y Brasil, entre otros destinos.
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La noticia del asesinato y la confesión de Soto ha generado una ola de indignación y dolor en la comunidad y en las redes sociales. En las publicaciones de Catalina, se descubrió un inquietante mensaje dejado por Soto antes del asesinato. En una imagen de su visita a Achiras, Córdoba, Soto comentó: "Lindo, pero más lindo es Bari, así que ven que te extraño". Este mensaje, que inicialmente pasó desapercibido, ahora es visto con horror.
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