Curtis Collman III murió a sus ocho años tras ingerir alrededor de 18.000 nanogramos de metanfetamina. Curtis Collman II, su padre, podría enfrentar hasta 40 años de prisión por su negligencia a la hora de atenderlo.
Collman II parecía ser un estadounidense común y corriente, salvo un detalle: consumía metanfetaminas desde hacía varios años. Su adicción solamente le había generado antecedentes policiales, hasta que su hijo confundió las pildoras con cereal y murió a causa de ello.
Cuando Collman II comprendió que su hijo padecía una intoxicación por metanfetaminas, no acudió a las autoridades por miedo. ¿Qué hizo? Primero llamó una amiga y luego acudió a su propia madre.
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Pese los consejos de llamar inmediatamente al 911, el hombre no lo hizo y escapó para eludir la ley. Tras conocerse de la muerte del pequeño, Collman II fue capturado.
El próximo 4 de diciembre habrá un juicio para determinar si el padre tiene o no la responsabilidad sobre el deceso del pequeño. Por ahora se especula que Collman II enfrentaría cargos por 40 años de prisión.
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