Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Entérate de lo más reciente en el mundo del entretenimiento al activar las notificaciones.
Tal vez más tarde
Quiero recibirlas

Publicidad

¿Amante de la SALCHICHA? Este hotel es ideal para ti

¡Es único en el mundo!

13979_Foto: Getty Images
Foto: Getty Images
Foto: Getty Images

Salchicha en el menú pero también en el papel pintado, en el jabón de la ducha e, incluso, en los almohadas. Una pesadilla para los vegetarianos pero un sueño hecho realidad para Claus Böbel, un charcutero alemán que dirige lo que presenta como el primer y único hotel dedicado a la salchicha en el mundo.

Situado en un coqueto pueblo a 40 minutos en auto al sur de la ciudad bávara de Núremberg, el "Bratwursthotel" que abrió el empresario, perteneciente a la cuarta generación de charcuteros de su familia , ha logrado atraer a clientes de Europa y de fuera del continente desde que abriera sus puertas, en septiembre.

En una casa de piedra de tejado inclinado y postigos verdes, el establecimiento cuenta con siete habitaciones y dos espacios de conferencias para los amantes de las salchichas y los turistas en busca de especialidades locales.

 

Publicidad

13980_franz
franz
franz

Publicidad

 

13981_franz
franz
franz

"Quiero mostrar que las tiendas de los pequeños artesanos como la mía pueden sobrevivir cuando se tienen ideas inteligentes", explica Claus Böbel, de 48 años, sentado en un taburete con la forma de una conserva de salchicha picada.

Publicidad

"Además, me gusta la vida en el campo y más que irme, quiero atraer a los clientes aquí, a Rittersbach", una aldea de 300 habitantes, agrega.

La familia Böbel produce y vende salchichas en este rincón de Alemania desde el siglo XIX. Pero la tradición de las grandes comilonas familiares y de las salchichas asadas en una barbacoa en el jardín se ha ido perdiendo poco a poco.

Publicidad

Con su camioneta, Böbel también ofrece un servicio de "taxi de salchicha", repartiendo especialidades por las estrechas calles de la localidad.

Además, abrió una página web para vender sus productos en todo el mundo.

Böbel invirtió 170.000 euros en renovar el hotel, cuya decoración está muy cuidada: el perchero imita los cuchillos de los carniceros, las puertas de cristal de los baños tienen un cerdo gigante dibujado y los jabones tienen forma de salchicha.

"La salchicha es lo que más famosos nos ha hecho a los alemanes, junto con la cerveza", afirma, sonriendo. "Si eso es lo que buscan los turistas, ¿por qué no dárselo?".

Publicidad

 

 

Publicidad

  • Publicidad