Yeison Jiménez experimentó un cierre inusual del año 2023 e inicio de 2024, hace pocos días generó preocupación entre sus seguidores tras contar que libraba una batalla contra cálculos en los riñones y revelar que debía ser sometido a una cirugía de emergencia.
A pesar de que aseguró que el 2023 había sido el año que más juicioso había estado, manteniéndose sobrio, practicando deportes y cumpliendo con sus objetivos, el cantante tuvo que enfrentarse a desafíos de salud que lo obligaron a interrumpir sus compromisos profesionales.
El artista compartió la noticia el pasado 26 de diciembre, confesando que inicialmente lidió con una infección intestinal y posteriormente descubrió la presencia de cálculos renales, lo que requería una intervención quirúrgica. Expresó su agotamiento y la imposibilidad de realizar más que cuidarse y sanar.
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Mientras se encontraba en Ecuador preparándose para un espectáculo, el malestar alcanzó niveles insostenibles, obligándolo a buscar atención médica de urgencia y someterse a una cirugía. A pesar de su deseo de cumplir con los compromisos pendientes, Jiménez se vio forzado a cancelar presentaciones y priorizar su salud.
Después de recibir tratamiento quirúrgico, el cantante brindó una actualización positiva sobre su estado de salud tras celebrar el Año Nuevo. Describió el dolor que experimentó antes de la cirugía y compartió detalles sobre su recuperación satisfactoria.
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Cuando llego el 24 al hospital de Fusagasugá, sentí mucho dolor, me pusieron morfina y de un momento a otro yo no sentí mucho más nada y me fui para la casa. (...) Con decirles que hacerse un tatuaje es como pasarse una pluma, por la cara, es un dolor de verdad muy fuerte. De hecho, hubo un momento en el que yo empecé a respirar y sentía el aire caliente; tenía ganas de desmayarme por el dolor
El artista de 32 años aconsejó a sus seguidores que se realicen un Uro Tac, destacando su importancia para detectar problemas en los riñones y prevenir dolores intensos. Jiménez compartió sus propias vivencias con una 'piedrita' de siete milímetros y advirtió sobre la gravedad del dolor asociado.
“Háganse un Uro Tac, que vale la pena. Porque sí tienen algo, una ‘piedrita’ en el riñón, en la vejiga, en la vesícula, pues se van a evitar un dolor muy fuerte. Mi umbral del dolor siempre ha sido muy alto (...) Cuando llegó el 24 al hospital de Fusagasugá, sentí mucho dolor, me pusieron morfina y de un momento a otro yo no sentí mucho más nada y me fui para la casa. (...) Hacerse un tatuaje es como pasarse una pluma, por la cara, es un dolor de verdad muy fuerte. De hecho, hubo un momento en el que yo empecé a respirar y sentía el aire caliente; tenía ganas de desmayarme por el dolor”, comentó.
Con una mente más tranquila y menos dolorido físicamente, el oriundo de Manzanares, Caldas, expresó su agradecimiento a los seguidores por su apoyo durante el año pasado. A pesar de sus logros, Jiménez enfatizó que su prioridad actual es descansar, estar en casa con su familia y disfrutar de momentos con sus hijos.
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