Joven bogotano pierde la vida en Bucaramanga; llevaba un mes viviendo allí

Jonathan Alexander Fonseca Polo tenía 29 años y acababa de llegar a Bucaramanga con la intención de empezar de cero. Venía desde Bogotá y había decidido mudarse para buscar nuevas oportunidades junto a su pareja, quien tiene familia en Santander.Durante el mes que llevaba en la ciudad, había estado trabajando como mototaxista, aunque su verdadera pasión era el entrenamiento físico. Se había formado como entrenador personal y en su tiempo libre practicaba parkour, una disciplina que lo mantenía activo y conectado con el deporte.Puedes ver: Él era Juan Esteban Peña, campeón nacional de pesas que perdió la vidaPero el miércoles 23 de julio todo cambió en cuestión de segundos. Mientras se desplazaba por el barrio Trinidad, en la intersección de la carrera 18 con calle 62, Fonseca fue atacado por la espalda. Según las autoridades, el agresor lo interceptó y le disparó una sola vez, en la región lumbar derecha. A pesar del impacto, Jonathan intentó correr para salvar su vida, pero no logró avanzar mucho. Terminó desplomado en plena vía.Vecinos que presenciaron la escena trataron de auxiliarlo. Algunos llamaron a la Policía mientras otros intentaban entender lo que acababa de pasar. La patrulla llegó minutos después y, al revisar el cuerpo, confirmaron su fallecimiento en el lugar.¿Lo atacaron tras una discusión?Según la Policía Metropolitana de Bucaramanga, todo habría comenzado con una discusión. Al parecer, Jonathan había tenido un altercado previo con su agresor, lo que derivó en el ataque. La comunidad del barrio Trinidad, donde ocurrió el hecho, todavía no sale del asombro.“Cuando bajamos, vimos que habían matado a un muchacho. No era del barrio porque no llegó ningún familiar. Llevo cuatro años viviendo en La Trinidad, era muy tranquilo, pero ya se están viendo cosas preocupantes”, comentó una habitante del sector al diario Vanguardia.Lee también: Falleció la madre del joven pesista que perdió la vida en Pereira; causasUno de los detalles que más ha llamado la atención es que, poco antes de ser atacado, Fonseca había grabado un video en un parque. Allí mostraba a sus amigos que había encontrado un buen sitio para practicar parkour. Era un mensaje lleno de entusiasmo, como si todo estuviera saliendo bien en su nueva etapa en Bucaramanga. Esa grabación, según sus familiares, fue compartida en un grupo de conocidos y ahora es uno de los últimos recuerdos que tienen de él.La familia de Jonathan ha insistido en que no tenía enemigos ni problemas. Su llegada a la ciudad se dio como parte de un plan para mejorar sus condiciones de vida, no para exponerse a peligros. Por eso, la noticia de su muerte ha sido un golpe fuerte tanto para sus allegados como para la comunidad que lo conoció durante este corto tiempo.