La intolerancia continúa dejando consecuencias devastadoras e irreparables en Colombia. En un desafortunado episodio ocurrido en el barrio María Paz, en la localidad de Kennedy, Bogotá, un enfrentamiento entre dos comerciantes terminó en la muerte de uno de ellos.
Según las autoridades, la disputa se originó por una venta de cilantro valorada en apenas $20.000, lo que desató un ataque con arma cortopunzante.
El agresor fue capturado poco después del incidente, mientras la víctima lamentablemente no resistió a las heridas antes de recibir ayuda médica. Este caso pone nuevamente en evidencia el creciente problema de violencia derivada de actos de intolerancia en el país.
En palabras de un testigo del caso: “Es increíble cómo algo tan pequeño, como $20.000 de cilantro, puede acabar en una tragedia tan grande”.
Publicidad
Adolescente le quitó la vida a su hermano por intolerancia en Santander
Los hechos recientes no son aislados. Apenas días antes, en Floridablanca, Santander, otra tragedia conmocionó a la comunidad. Allí, Johan Harvey Muñoz, de 20 años, perdió la vida en medio de una discusión con su hermano menor, un adolescente de 14 años. La pelea inició por el uso de prendas que no habían sido prestadas, lo que escaló hasta terminar en agresiones con arma blanca.
Publicidad
“Johan Harvey recibió dos heridas mortales en el área precordial” , informaron fuentes médicas del Hospital San Juan de Dios, donde fue trasladado junto a su hermano menor, quien sufrió una lesión en el labio. Desafortunadamente, Johan Harvey llegó sin signos vitales.
Cifras de muertes por intolerancia en Bogotá
Las cifras son claras: la intolerancia se ha convertido en una de las principales causas de homicidios en el país. Solamente en Bogotá se registra un promedio de un homicidio diario, muchos de ellos resultado de conflictos triviales que escalan de forma alarmante, en lo que va corrido del año se han registrado 326 casos.
“Estos casos evidencian una peligrosa tendencia a resolver desacuerdos por la vía de la violencia” , aseguró un vocero de la Policía Metropolitana de Bogotá. Las autoridades reiteran el llamado a la calma y al diálogo, resaltando la importancia de programas educativos y sociales para mitigar este tipo de situaciones.
Publicidad
Lo ocurrido en Kennedy y Floridablanca son reflejos de una problemática que no distingue edades ni contextos. Desde adolescentes hasta adultos se ven envueltos en actos que, por decisiones impulsivas, terminan apagando vidas y destruyendo familias.