El zoológico de Viena ha presentado a los medios a su nuevo oso polar, una cría nacida el pasado noviembre, de la que aún no se sabe el sexo.
El nuevo inquilino del parque zoológico más antiguo del mundo ha pasado los tres últimos meses refugiado con su madre, Nora, en la cueva que forma parte del complejo dedicado a estos animales, sin ningún tipo de contactos con los cuidadores, que han seguido su crecimiento solo a través de cámaras.
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De hecho, se desconoce aún si el animal es macho o hembra.
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El osito nació el pasado 9 de noviembre, junto a un hermano mellizo que murió el mismo día. La tasa de mortalidad de las crías de oso polar en libertad es muy alta. Esta cría ha sido la primera de Nora, que llegó a este zoo en 2017.
Los osos polares nacen con un peso de apenas medio kilo, y no pueden ver ni oír. El animal, que ahora pesa unos doce kilos, dio sus primeros pasos cuando tenía diez semanas.
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En su primer paseo hoy por el exterior del recinto, el oso se mostró muy activo y curioso, aunque no se alejó mucho de su madre.
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"La madre, Nora, le va proporciona la necesaria seguridad y le va ensañando paso a paso todo lo que un pequeño oso polar debe saber", declaró una de las cuidadoras en un vídeo distribuido por el zoológico de Schönbrunn, fundado en 1752.
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Stephan Hering-Hagenbeck, el director del Zoo de Viena, indicó que la cría de osos polares no es algo que se dé por sentado.
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"Un nacimiento de esta especie amenazada es especialmente satisfactorio. En el Ártico, a los osos polares se les derrite su espacio vital bajo las pezuñas", denunció el responsable del parque.
Desde el año 2007 no se registraba el nacimiento de osos polares en este zoológico, que entre 2011 y 2014 cerró su espacio para este animal para modernizarlo y ampliarlo.
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