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La CURIOSA coincidencia de la muerte de Stephen Hawking con Einstein

"Mis expectativas se redujeron a cero cuando tenía 21 años. El resto ha sido un regalo"

8307_La Kalle - Muerte de Stephen Hawking - Foto referencia AFP
La Kalle - Muerte de Stephen Hawking - Foto referencia AFP
NIKLAS HALLE'N/AFP

El astrofísico británico Stephen Hawking, que desafió las expectativas de una muerte temprana para convertirse en el científico más popular del mundo, falleció este miércoles a los 76 años en la ciudad universitaria inglesa de Cambridge.

Nacido el 8 de enero de 1942, 300 años exactamente después de la muerte del padre de la ciencia moderna, Galileo Galilei, Stephen William Hawking se convirtió en uno de los científicos mejor considerados del mundo y entró en el panteón de los titanes de la ciencia. 

"Stephen Hawking nació en el 300 aniversario de Galileo Galilei y murió el día del cumpleaños de Albert Einstein y del número π (pi)", expresó un trino que ya le da la vuelta al mundo. 
 

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Hawking, cuyo libro "Historia del tiempo", aparecido en 1988, se convirtió en un superventas y lo catapultó al estrellato, dedicó su vida a desentrañar los misterios del universo y, aunque nunca ganó el premio Nobel, era más célebre que cualquiera de los que lo hicieron.

Nació en Oxford, hijo de profesores, y murió en Cambridge, dos grandes centros británicos del saber con sus famosas universidades, y fue, en palabras de la primera ministra Theresa May, "una mente brillante y extraordinaria".

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Sus brillantes ideas y su ingenio le hicieron ganar admiradores de todos los ámbitos, mucho más allá de la astrofísica, y se le llegó a comparar con Albert Einstein e Isaac Newton, algo que desdeñaba.

 

 

Hawking desafió las predicciones de los médicos, que, a mediados de los años 1960 le dieron sólo unos años de vida después de que le diagnosticaran una forma atípica de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad que ataca a las neuronas motoras encargadas de controlar los movimientos voluntarios y que lo dejó en silla de ruedas.

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El resto de su vida, solía decir, fue "un regalo".

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