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¡Impresionante! El cirujano que se volvió famoso por la forma como canta TANGO

En su escaso tiempo libre cambia el bisturí por el micrófono y se convierte en cantante de tango callejero.

14062_La Kalle. Médico que canta tango / Foto: captura YouTube
La Kalle. Médico que canta tango / Foto: captura YouTube
La Kalle. Médico que canta tango / Foto: captura YouTube

Entre el trajín de gente que circula apresurada por la estación de Pueyrredón del metro de Buenos Aires, resuena la voz de Yamil Ponce, un cirujano cardiovascular argentino que en su escaso tiempo libre cambia el bisturí por el micrófono y se convierte en cantante de tango callejero.

Ponce comenta en una entrevista con Efe que duerme cuatro o cinco horas al día, aunque viendo su ritmo de vida no es de extrañar: marido y padre de tres hijos, cirujano en la sanidad pública y privada, profesor universitario de Medicina, investigador de nanotecnología, algoritmos e inteligencia artificial y, como guinda, artista callejero una vez a la semana.

Su nombre saltó a la esfera pública argentina por ser el encargado de operar a dos turistas extranjeros que fueron asaltados en Buenos Aires y casi pierden la vida, lo cual, según afirma, hace que sienta más "responsabilidad".
 

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Ponce relata que el primer caso se produjo el 8 de diciembre de 2017, cuando recibió en el quirófano al estadounidense Frank Joseph Wolek, al que un asaltante había asestado múltiples puñaladas, dos de ellas a través del corazón, por lo que tenía "altísimas chances de morir".

 

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"Yo vengo aplicando una técnica quirúrgica para estos casos, donde hay perforaciones cardíacas, un poco diferente a lo que nos enseñan los libros de emergencia", explica el cirujano.

Más de un año después, aún sostiene que, si no hubiese utilizado ese método propio, que le ha funcionado las siete veces que ha recurrido a él, el turista "no hubiese sobrevivido".

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"A la Argentina no le llamó tanto la atención la técnica quirúrgica, sino que yo haya invitado a Wolek a comer a casa un 31 de diciembre. Algo tan simple seguramente a mis abuelos no les hubiese asombrado, porque los médicos iban a comer a casa de sus pacientes y viceversa. Y hoy fue tapa de revista", reflexiona el doctor argentino.

               

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