En una reveladora conversación para el podcast "Los Hombres Sí Lloran" de Juan Pablo Raba, el reconocido empresario Álvaro Rodríguez, esposo de la presentadora Laura Tobón, compartió un capítulo íntimo y doloroso de su vida: su batalla contra la depresión.
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Rodríguez, vicepresidente estratégico del Ventura Group, cofundador de empresas como Innside, Comfy y Stive, e inversor en Shark Tank Colombia, abrió su corazón, desafiando la noción de que la vulnerabilidad es un signo de debilidad.
Álvaro Rodríguez admitió que durante mucho tiempo consideró el llanto como sinónimo de fragilidad, una creencia arraigada desde su juventud. Su percepción del éxito estaba fuertemente ligada a los resultados económicos, sintiendo que solo a través de la acumulación de riqueza tenía derecho a opinar o a ser respetado.
Esta mentalidad lo llevó a un ciclo de autoexigencia implacable, donde el dormir poco era una insignia de productividad y una constante molestia se convirtió en su estado habitual, afectando sus relaciones personales y laborales.
La paternidad, sin embargo, se convirtió en un punto de inflexión. La llegada de su hijo lo confrontó con una nueva perspectiva del éxito, una que incluía la necesidad de dedicarse a su familia.
A pesar de su bienestar aparente, salud, éxito en los negocios, una buena relación con su esposa Laura, la irritabilidad persistía. Su malestar era tal que la gente en su oficina comenzó a evitarlo y Laura, cansada de la situación, le reclamó su actitud.
El verdadero punto de quiebre ocurrió durante una conferencia con otros empresarios. En un momento previo al conversatorio, algunos de sus colegas y figuras a las que admiraba empezaron a compartir experiencias similares de frustración y enojo inusual.
Al presenciar la honestidad de otros, Álvaro se envalentonó y reveló su propias frustraciones, dándose cuenta de que no estaba solo. Fue entonces cuando una de las inversionistas presentes, una mujer que él respetaba profundamente, diagnosticó sin rodeos lo que estaban experimentando: depresión. Ella misma había pasado por ello y les aconsejó buscar terapia.
Aunque la idea de ir a un psicólogo le resultaba ajena, e incluso la sugerencia de un psiquiatra lo hizo sentir "loco", la insistencia y el apoyo de su terapeuta de pareja lo llevaron a dar el paso.
La revelación más impactante para Álvaro fue su profunda inseguridad sobre la relación con Laura, temiendo que ella solo estuviera con él por su éxito financiero. Este miedo lo llevó a buscar terapia de pareja, aunque inicialmente con la intención de culpar a su esposa.
(En este enlace puedes acceder a la entrevista completa: https://www.youtube.com/watch?v=NIpTrV5ilGM)
El psiquiatra confirmó el diagnóstico de depresión, describiéndolo como una "gripa mental" y sugiriéndole medicación. A pesar de su reticencia inicial a depender de fármacos, Álvaro aceptó la medicación y, con el tiempo, experimentó una notable mejoría en su estado de ánimo y sueño.
Este proceso lo llevó a aceptar con orgullo su vulnerabilidad y a comprender que cuidar su salud mental es tan crucial como cuidar su salud física.
Hoy, Álvaro Rodríguez busca integrar el equilibrio y el bienestar en su vida, esforzándose por romper con la creencia de que la autoexigencia y la dureza consigo mismo son virtudes. Su deseo es transmitir a su hijo las herramientas para gestionar el "ruido interno" y la autocrítica, fomentando la amabilidad y la objetividad consigo mismo.
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