Cada 3 de mayo, miles de hogares en Colombia y en otras regiones de Iberoamérica se visten de devoción para celebrar el Día de la Santa Cruz, una festividad que combina fe católica, tradición cultural y un mensaje profundo de reconciliación.
Con raíces que se remontan al siglo IV, esta celebración honra el símbolo máximo del cristianismo: la cruz en la que murió Jesucristo.
Origen de la Santa Cruz
El origen de esta fiesta está ligado al hallazgo del madero sagrado por Santa Elena, madre del emperador Constantino, quien tuvo una visión en la que una cruz le prometía la victoria: “Con este signo vencerás”.
Este descubrimiento, conocido como la Invención de la Santa Cruz, dio lugar a la festividad que perdura hasta nuestros días, con expresiones únicas en cada región del mundo.
Aunque en el calendario litúrgico romano la Exaltación de la Cruz se celebra en septiembre, el pueblo fiel mantiene viva la tradición del 3 de mayo, especialmente en comunidades donde la cruz no solo es símbolo de fe, sino también de esperanza, unidad y protección frente a la adversidad.
Día de la Santa Cruz: por qué se hace una cruz con hojas en Colombia
En Colombia, el Día de la Santa Cruz se vive con particular fervor. Las familias elaboran cruces utilizando laurel, hojas de mazorca o madera, las adornan con flores, granos y cintas de colores, y las colocan en sitios visibles de la casa como una forma de agradecimiento a Dios por los dones recibidos y como protección espiritual del hogar.
Esta tradición se complementa con la oración de los “mil Jesús”, una práctica en la que se repite el nombre de Jesús mil veces para alejar el mal y atraer bendiciones. En esta fecha, muchos creyentes recitan oraciones como: “Santísima Cruz, mi abogada has de ser, en la vida y en la muerte me has de favorecer…”, elevando plegarias de fe y protección.
Más allá de lo religioso, esta costumbre fortalece los lazos comunitarios. En pueblos y barrios, se organizan procesiones, rezos colectivos y decoraciones especiales que convierten a esta celebración en un acto de unión y de reafirmación cultural. Así, la cruz hecha con hojas cobra vida, no solo como símbolo cristiano, sino también como manifestación viva de la identidad popular.
Día de la Santa Cruz: entre la fe, la reconciliación y la memoria
En Colombia, el 3 de mayo también es Día Nacional de la Reconciliación, una fecha marcada por el dolor de la masacre de Bojayá en 2002, donde murieron cerca de 80 personas, la mayoría refugiadas en una iglesia. Desde entonces, la cruz se convierte también en signo de paz, justicia y sanación para las víctimas del conflicto.
Monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, ha invitado a vivir este día de tres maneras: colocar una cruz visible en el hogar como signo de reconciliación, hacer actos concretos de perdón y orar por un país más justo. Estas acciones, sencillas pero significativas, reflejan la profundidad espiritual de esta tradición.
El Día de la Santa Cruz no es solo una memoria religiosa; es también una oportunidad para renovar el compromiso con la paz, la familia y la comunidad. Desde el campo hasta las ciudades, el símbolo de la cruz hecha con hojas y flores continúa tocando corazones, recordándonos que, en medio de las dificultades, la fe florece con esperanza.
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