Un tribunal de Bristol, en el sudoeste de Inglaterra, declaró culpable a Philip Cullen, de 57 años, de la muerte de las mariposas de la especie grande azul (Phengaris arion), y dictará su condena en abril.
"Es un caso único. Nunca antes se había perseguido la captura y muerte" de mariposas, dijo el fiscal Kevin Withey.
Voluntarios conservacionistas sorprendieron a Cullen atrapando a las mariposas con una red en dos áreas protegidas en el sudoeste de Inglaterra.
La policía registró su casa en Bristol en febrero de 2016 y halló 30 bandejas de mariposas y polillas entre las que se encontraban las dos mariposas citadas.
Los investigadores descubrieron que Cullen vendía las mariposas en eBay, y que dijo haber comprado las dos en cuestión a una granja francesa.
Descubierta por primera vez en el Reino Unido en 1795, las mariposas azules grandes desaparecieron del país en 1979, y fueron reintroducidas cuatro años más tarde en varios puntos del país.
Según la asociación de protección de las mariposas Butterfly Conservation, estas mariposas pueden alcanzar las 300 libras (345 euros, 371 dólares) en el mercado negro.