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Las mujeres prefieren oír o imaginar contenido erótico que verlo, según estudio

Varias mujeres están creando podcasts y plataformas de audio con contenidos eróticos

20071_Música erótica / Foto: Getty Images
Las mujeres prefieren oír o imaginar contenido erótico que verlo, según estudio
Música erótica / Foto: Getty Images

Una nueva generación de mujeres está creando podcasts y plataformas de audio con contenidos eróticos más en sintonía con el deseo femenino.

 

El punto de partida fue darse cuenta de que había un espacio sin ocupar en el paisaje del erotismo: el que está entre la literatura, no suficientemente sensorial, y el video, que deja muy poco lugar a la imaginación.

 

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"Prefiero escuchar contenido erótico que verlo", dice Yves, que solo da su nombre y es usuaria de Dipsea, una de las tres grandes plataformas lanzadas desde hace cerca de un año, junto con Ferly y Quinn, todas dirigidas por mujeres.

 

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"Como con los libros", dice, "yo prefiero imaginarme en una situación en lugar de mirar a alguien".

 

Para Billie Quinlan, cofundadora de la plataforma británica Ferly, ya es hora de explorar el erotismo de otra forma, tanto en relación con los medios como con el contenido.

 

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"La estimulación sexual es un sector históricamente dominado por hombres", explica a la AFP en un correo electrónico, y "no ha priorizado el placer femenino y, en consecuencia, ha creado narrativas perjudiciales e inútiles" para las mujeres.

 

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Y menciona, por ejemplo, gritos o gemidos exagerados y algunas posiciones supuestamente apreciadas por las mujeres.

 

Ferly se ha propuesto la "misión de reinventar estas historias siendo reflexiva, honesta y abierta a la diversidad", dice.

 

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Ferly es solo para mujeres. En cambio, Quinn y Dipsea se ofrecen como abiertos a un público masculino.

 

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Casi todos los podcasts duran entre 5 y 35 minutos, con escenarios a veces sofisticados, que incluyen, en algunos casos, cambios de lugares y múltiples personajes.

 

La intensidad erótica del programa se indica de antemano en muchos de ellos, así como la configuración inicial, "Ella + Él", por ejemplo, a veces con categorías, como "en público", "fantasía" o "voyeurismo", en el caso de Ferly.

 

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Ferly y Dipsea han dedicado recursos significativos a la escritura y la producción de sonido, distinguiéndose de contenidos más aficionados como GoneWild Audio, en la plataforma participativa Reddit.

 

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"Cuando creas contenido erótico, provocas una sensación muy frágil que puede verse perturbada si una respuesta no funciona o si la voz no suena bien", dice Gina Gutiérrez, 29, cofundadora de Dipsea, que dice tener más de 325.000 descargas.

 

"Realmente sientes que estás en la habitación con una persona, teniendo sexo con ella", dice Caroline Spiegel, fundadora de Quinn.

 

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Gina Gutiérrez rechaza el término "audio porno" usado a veces, que para ella corresponde a algo "transaccional y frío, cuando el erotismo es más amplio", con "una conexión humana". 

 

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"Es difícil encontrar contenido erótico que valore a las mujeres, o al menos que trate al personaje femenino con respeto", explica una usuaria de Dipsea, desde el anonimato. "Me siento respetada y valorada como mujer cuando escucho Dipsea".

 

Los 5,5 millones de dólares invertidos en Dipsea y los 1,5 millones en Ferly han puesto a Estados Unidos y a Reino Unido a la vanguardia, pero el género también se está volviendo popular en otros países, como Francia con "Les Chemins du désir" (Los caminos del deseo) en Arte Radio.

 

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Este auge de sonido erótico es parte de un movimiento general que, en los últimos años, propone abordar el sexo de una manera más moderna, menos estereotipada, especialmente para las mujeres.

 

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"Estamos viviendo en un período que corresponde al deseo de las personas de conocerse mejor", dice Gina Gutiérrez.

 

Aunque no ha desaparecido, el prejuicio históricamente asociado con el consumo de contenido erótico tiende a disiparse.

 

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Yves, la usuaria de Dipsea, asegura que habla de ello con sus amigos y ya ha publicado un enlace a un podcast erótico en su cuenta de Twitter.

 

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Tanto para Dipsea como para Ferly, la ambición va más allá del entretenimiento, como lo demuestra su oferta de audioguías (masturbación, cunnilingus, juegos sexuales) y de podcasts más teóricos ("decir no", "deseo y libido").

 

Billie Quinlan y su pareja, Anna Hushlak, han sido ambas víctimas de violencia sexual y ven Ferly como una forma para que quienes han sufrido lo mismo que ellas reconquisten su sexualidad.

 

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"Comprender lo que el placer significa para ti es la esencia del bienestar sexual", dice Quinlan. "Cuando lo consigues, eso se extiende a todos los aspectos de tu vida".

 

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Aunque la mayor parte de las escuchas se hacen en solitario, explica Gutiérrez, personas que actualmente están en pareja "nos explican que esto tiene un fuerte impacto en su relación".

 

Las mujeres "pueden tener más ganas de tomar la iniciativa", dice la cofundadora de Dipsea. "Ellas tienen una mejor idea de cómo hacerlo, un nuevo lenguaje en la cama, prueban cosas (...). Y esto le da fuerza a las mujeres mucho más allá del dormitorio".

 

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