
El mundo de la interpretación española se viste de luto con la reciente y lamentable partida de Cristina Fenollar, una actrizde una trayectoria brillante y reconocida, que dejó una huella imborrable tanto en el teatro como en la televisión y el cine.
Aunque muchos la recuerdan por su participación en "Yo soy Bea", la popular adaptación española de "Yo soy Betty, la fea", su carrera abarcó mucho más, destacándose por su versatilidad, talento y una particular chispa que la hacía única.
Cristina Fenollar falleció el pasado 3 de junio de 2025 a la edad de 60 años en su domicilio de Alicante, la ciudad que la vio nacer en 1965 y donde residió toda su vida.
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La noticia de su deceso generó una profunda conmoción entre colegas, amigos y el público en general, quienes no tardaron en expresar su pesar y admiración por su trabajo.
Aunque no se han revelado públicamente las causas exactas de su fallecimiento, allegados y medios han señalado que la actriz venía lidiando con una "dolorosa enfermedad" que la mantuvo alejada de los escenarios en sus últimos años.
¿Quién era Cristina Fenollar?
Si bien su personaje en "Yo soy Bea" le otorgó gran visibilidad y cariño del público, la carrera de Cristina Fenollar fue mucho más extensa y diversa. Su formación artística se inició en el Instituto Jorge Juan y se consolidó en la Escuela Superior de Arte Dramático de Valencia, sentando las bases de una vocación que la acompañaría hasta el final.
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En la televisión, Fenollar participó en numerosas series que se convirtieron en referentes de la pequeña pantalla española. Su rostro fue habitual en producciones de gran éxito como "Aída", "Hospital Central", "El Comisario", "La que se avecina", "El auténtico Rodrigo Leal" y "Compañeros".

En cada una de estas apariciones, demostró su capacidad para dotar de humanidad a sus personajes, incluso en roles secundarios o episódicos, dejando una marca indeleble en la memoria de los televidentes.
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Pero fue en el teatro donde Cristina Fenollar forjó gran parte de su prestigio y recibió el reconocimiento más profundo de la crítica y sus colegas.
Se destacó en montajes de envergadura, trabajando bajo la dirección de figuras de la talla de Carles Alfaro en "Cándido" de Voltaire, y Lluís Pascual en "Roberto Zucco" de Bernard-Marie Koltès.
Su compromiso con las artes escénicas y su excepcional talento le valieron importantes galardones a lo largo de su trayectoria, incluyendo el Premi Narcís en 2020 por su trayectoria profesional, y la Llàntia de Honor de los Premios José Estruch en 2022, un reconocimiento a su invaluable aporte al teatro.

Amigos y compañeros recuerdan a Cristina Fenollar como una persona de una energía y un humor contagiosos, incluso en medio de la adversidad.
Juan Luis Mira, director y colega, destacó que Fenollar "se había acostumbrado a vivir con el dolor, pero tenía una comicidad que no he visto en ninguna otra persona".
Por su parte, el dramaturgo Paco Sanguino la calificó como "la actriz alicantina más importante y de mayor repercusión fuera de la provincia", subrayando que su muerte representa una "pérdida artística monumental", aunque la mayor pérdida es la humana.
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El legado de Cristina Fenollar no se limita a sus interpretaciones; reside en su pasión por el arte, su honestidad en cada papel y su capacidad para emocionar y hacer reír al público.
A pesar de los problemas de salud que enfrentó, su espíritu resiliente y su amor por la actuación la mantuvieron conectada con el mundo artístico, dejando una estela de admiración y cariño entre quienes tuvieron el privilegio de conocer su trabajo.