
Cuando hay puente festivo o cuando se acercan las vacaciones de mitad de año, muchos bogotanos comienzan a preguntarse dónde podrían encontrar un respiro del clima frío sin alejarse demasiado.
Por suerte, existen pueblos llenos de encanto, a pocas horas de la ciudad, donde el sol brilla con fuerza y la naturaleza se convierte en la mejor compañera.
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Aquí te presentamos cinco destinos cálidos que combinan belleza natural, actividades al aire libre y hospitalidad local. Son opciones ideales para quienes desean salir de la rutina, sin necesidad de hacer un largo viaje. Ya sea para descansar en familia, aventurarse con amigos o reconectar en pareja, estos lugares tienen todo lo que necesitas para disfrutar del sol y la calma.
Así que prepara tus gafas de sol, empaca tu traje de baño y alista la maleta. Porque estos pueblos te están esperando con los brazos abiertos y un clima inmejorable.
Pueblos con sol, agua y naturaleza a solo horas de Bogotá
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Melgar es uno de los clásicos favoritos. A solo dos horas, este pueblo es sinónimo de piscinas, sol y diversión. Su temperatura ronda los 30 °C y su oferta hotelera es ideal para quienes buscan refrescarse y descansar sin preocupaciones. Además, sus cascadas cercanas ofrecen una experiencia natural que encanta a grandes y chicos.
Anapoima, también a unas dos horas, es un verdadero paraíso para los amantes de la tranquilidad. Entre caminatas ecológicas, ciclopaseos y cuatrimotos, este destino combina descanso con aventura. Su constante clima cálido lo convierte en un espacio perfecto para reconectar con la naturaleza.
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Girardot, a tres horas de la capital, destaca por su historia y entretenimiento familiar. Allí se encuentra el famoso parque Piscilago, con atracciones acuáticas y un zoológico. Además, su legado como puerto fluvial se puede explorar en el Parque de la Locomotora, una parada ideal para los más curiosos.
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Más pueblos donde el descanso y la tradición se mezclan
Villeta, a unas dos horas, es la capital de la panela y un tesoro escondido. Con su agradable clima, cascadas como el Salto de los Micos y fincas dulceras, este pueblo ofrece una mezcla entre turismo cultural y descanso rural. Ideal para quienes disfrutan del turismo gastronómico y de naturaleza.
La Mesa, por su parte, es una joya a tan solo 90 minutos de Bogotá. Perfecta para escapadas exprés, esta zona es rica en biodiversidad y se presta para el senderismo, el avistamiento de aves y la fotografía de paisajes. Es un lugar ideal para respirar aire puro y disfrutar del calorcito.
Cada uno de estos pueblos guarda una magia especial. Sus climas cálidos, la cercanía con Bogotá y la variedad de actividades hacen que sean destinos imperdibles. Ya sea que busques aventura, descanso o conexión con la cultura local, cualquiera de estas opciones te permitirá vivir unas vacaciones que seguro querrás repetir.
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