
En una escena que parece sacada de una película, las autoridades colombianas descubrieron un verdadero centro de operaciones del crimen dentro de la cárcel La Picota en Bogotá.
Se trata de un call center clandestino, montado en el pabellón seis, desde donde reclusos realizaban llamadas extorsivas con ayuda de libretos detallados, teléfonos celulares y hasta tarjetas SIM rotuladas como si fueran parte de una oficina formal.
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El hallazgo fue posible gracias a un operativo conjunto entre el Gaula de la Policía Nacional, el Inpecy la Fiscalía. Durante la intervención, se incautaron más de 40 teléfonos móviles, 60 tarjetas SIM, decenas de cargadores, armas blancas, libretos de guion y hasta licor y estupefacientes.
Según los informes, esta organización generaba ganancias de más de 250 millones de pesos al mes gracias a la extorsión.
Todo esto ocurría sin que muchos lo notaran, aunque las cifras ya daban señales: solo en lo corrido de 2025, el Gaula ha recibido 764 denuncias de extorsión, de las cuales casi la mitad provienen de centros penitenciarios.
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Call center con libretos y hasta códigos de oficina
El general Giovanni Cristancho, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, explicó que este “call center” no era improvisado. Los celulares encontrados estaban identificados con números de cabinas y supuestas extensiones, simulando un sistema organizado de llamadas.
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Los libretos incluían líneas detalladas para suplantar a fiscales, miembros de la Policía Nacional o usar el engaño emocional como herramienta de presión.
🚨 ¡Desarticulado "call center"criminal en La Picota!
— Policía Metropolitana de Bogotá (@PoliciaBogota) June 24, 2025
Desde el pabellón 6 de este centro penitenciario, delincuentes realizaban llamadas extorsivas suplantando autoridades.
40 celulares, 60 SIM cards, libretos criminales fueron incautados por nuestros uniformados del GAULA. pic.twitter.com/VJSXZQaWhU
Además, se descubrió que los reclusos no operaban solos. Los investigadores creen que contaban con cómplices fuera del penal que ayudaban a transferir dinero, recibir recargas o mantener operativas las líneas desde las cuales hacían sus llamadas.
El nivel de estructura hace pensar que funcionaban casi como una empresa criminal formalizada.
Las autoridades no solo desmantelaron el sistema, sino que también iniciaron procesos judiciales contra los internos implicados, a quienes se les imputará el delito de extorsión agravada.
La Picota, epicentro de extorsiones en Colombia
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Este caso vuelve a poner bajo la lupa la seguridad en los centros carcelarios del país, especialmente en La Picota. El alto porcentaje de extorsiones que provienen desde cárceles preocupa tanto a las autoridades como a la ciudadanía. La modalidad detectada en este “call center” revela que los criminales están adoptando métodos cada vez más sofisticados.
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Desde la Policía hicieron un llamado a los colombianos para que no caigan en llamadas sospechosas, y para que reporten de inmediato cualquier intento de extorsión a través de las líneas 123 y 165 del Gaula. “Estamos comprometidos con desmantelar estas redes criminales, sin importar dónde se escondan”, afirmó Cristancho.
El video del operativo ha causado revuelo en redes sociales, donde muchos usuarios se preguntan cómo es posible montar un call center dentro de una prisión. La respuesta aún genera más preguntas que certezas, pero una cosa es clara: el ingenio del crimen no conoce de barrotes.
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