Un estudio publicado hoy por Nature revela una característica de la anatomía humana, hasta ahora desconocida, que afecta a la función de todos los órganos, la mayoría de los tejidos y los mecanismos de las principales enfermedades.
Investigadores de la University School of Medicine de Nueva York han descubierto que el tejido conectivo situado debajo de la superficie de la piel que recubre el tracto digestivo, los pulmones, los sistemas urinarios, las arterias y las venas está formado por compartimentos interconectados llenos de líquido, y no de una capa densa, como se creía hasta ahora.
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Estos espacios, explicaron los responsables, apoyados por una red de proteínas de tejido conectivo fuertes (colágeno) y flexibles (elastina), pueden actuar como amortiguadores que evitan que los tejidos se desgarren a medida que los órganos, músculos y vasos se comprimen, bombean y laten.
Además, el estudio reveló que "las células que residen en ese espacio y los haces de colágeno que recubren cambian con la edad y pueden contribuir a las arrugas de la piel, la rigidez de las extremidades y a la progresión de las enfermedades escleróticas e inflamatorias".
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Los autores explicaron que desde hace mucho "se sabe que más de la mitad del fluido que hay en el cuerpo reside dentro de las células" y que el fluido restante es "intersticial".