Un estudio realizado por la Universidad de Londres en 2007 indica que las personas que disminuyen su promedio de sueño entre 7 a 5 horas por noche -contrario a las 8 recomendadas- duplican el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
Pero la falta de horas de sueño también está vinculada al sobrepeso, debido a las hormonas grelina y leptina. Cuando la grelina sube, se dispara en el cerebro la señal que produce hambre en el organismo; en cambio, cuando sube la leptina se suprime el apetito. La relación con la falta de sueño está en que al dormir poco el cuerpo produce más grelina.
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Por otro lado, según investigaciones hechas por las universidades de California y Columbia dormir poco hace a las personas más propensas a alimentarse mal y menos capaces de controlar el impulso de comer en demasía.
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