Zoila Lecarnaque Saavedra selló su suerte cuando accedió a transportar un paquete desde su casa en Perú hasta Hong Kong, una decisión que le costó más de ocho años de cárcel.Un cuarto de los presos de Hong Kong son mujeres, un porcentaje récord motivado por las "mulas" extranjeras pobres, a menudo engañadas o forzadas a transportar drogas.Recién liberada y en espera de ser deportada, Lecarnaque Saavedra, de 60 años, contó desde su albergue abarrotado cómo perdió su libertad por dinero fácil.Fue en 2013 y estaba sin dinero. Su esposo, principal sustento de la familia en Lima, se había ido y ella necesitaba una operación de ojos.Su situación se hizo conocida en el barrio y fue abordada por una mujer que le ofreció un trato: volar a Hong Kong a recoger unos aparatos electrónicos libres de impuestos que podría vender al regresar. Le pagarían 2.000 dólares."Ven a las personas que tienen la situación económica precaria, ven a las personas que estén pasando por cosas así, ¿no?", dijo a la AFP. "Entonces ellos buscan, ellos ven quiénes, en este caso fui yo", agregó.La mujer, cuyo rostro refleja la dureza de su vida, dice que quiere advertir a otros que podrían verse tentados con estas ofertas.Habla serena, pero su voz se quiebra cuando cuenta el momento en que un policía en Hong Kong la interceptó y se percató de que no vería a su madre e hija durante muchos años.Recordó cómo los oficiales encontraron dos chaquetas dentro de su maleta llenas de preservativos con más de 500 gramos de cocaína líquida."Yo con el tiempo me di cuenta, medité sobre el daño que le ocasioné a mi familia, a mis hijos, a mi madre, porque ellos fueron los que se sintieron más mal que yo y eso me duele", admitió con los ojos llenos de lágrimas.Para rebajar su pena, Lecarnaque Saavedra se declaró culpable, aunque asegura que no sabía de la cocaína y que nunca le pagaron."Aquí habemos bastantes mulas, muchas, porque nosotros venimos por encargo, por un pago", declaró. "Y los dueños, ellos están libres porque no los detienen", dijo.Estadísticas oficiales de Hong Kong indican que en 2021 un cuarto de las 8.434 personas presas eran mujeres. Es la tasa más alta del mundo, según el World Prison Brief, una base mundial de datos penitenciarios de Birkbeck College, Universidad de Londres.El Servicio Correccional de Hong Kong dijo que 37% de los presos extranjeros son mujeres, pero se negó a comentar por qué había tantos foráneos tras las rejas.Activistas, voluntarios, abogados y mujeres detenidas con quienes conversó la AFP en las últimas semanas dijeron que la mayoría de las mujeres encarceladas son "mulas" extranjeras.Hong Kong tiene una ubicación ideal y su puerto y aeropuerto tienen una actividad intensa, por lo que ha sido una base mundial para cualquier tipo de comercio, ya sea legal o criminal.Las bandas del narcotráfico prefieren usar mujeres como mulas porque creen que llaman menos la atención de las autoridades."El gran problema es que los autores intelectuales, los peces gordos, no se mencionan mucho", aseguró el padre John Wotherspoon, un capellán carcelario católico que cuenta con mucha experiencia trabajando con mujeres 'mulas'.
Un estudio realizado a más de 20 mil jóvenes entre los 16 y 29 años, arrojó como resultado que las personas consideradas feas tienen más probabilidades de generar mayores ingresos que la gente considerada atractiva.Satoshi Kanazawa, investigador de la Escuela de Londres de Economía y Ciencia Política, en conjunto con la experta Mary C. Still, de la Universidad de Massachusetts, Estados Unidos, evaluaron por 13 años los salarios que recibían los participantes y publicaron las sorpresivas conclusiones en Journal of Business and Psychology.Los analistas informan que cada vez que se citaban con cada una de las personas, estos los clasificaban en dos grupos: "muy atractivo" y "muy poco atractivo". Con el pasar de más de una década, Satoshi y Still desmintieron aquel mito impuesto por la sociedad, que, entre más belleza, más oportunidades.De acuerdo con los expertos, la mayoría de la gente apuesta no tiene la vida ganada por su apariencia física. En cambio, notaron que la gente "fea" complementa su aspecto con una mayor inteligencia, salud y una actitud extrovertida y meticulosa.Las anteriores razones fueron claves para determinar el resultado de la investigación de por qué los rostros menos agraciados tenían más ingresos que aquellos 'galanes de telenovela', así como el doble de oportunidades laborales.Además, los directores del estudio constataron que los “más feos” demostraron ser mejor educados que sus pares atractivos (los poco atractivos) y también significativamente más inteligentes que sus pares regulares (los muy apuestos).
Un estudio realizado por la Universidad de Londres en 2007 indica que las personas que disminuyen su promedio de sueño entre 7 a 5 horas por noche -contrario a las 8 recomendadas- duplican el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. Pero la falta de horas de sueño también está vinculada al sobrepeso, debido a las hormonas grelina y leptina. Cuando la grelina sube, se dispara en el cerebro la señal que produce hambre en el organismo; en cambio, cuando sube la leptina se suprime el apetito. La relación con la falta de sueño está en que al dormir poco el cuerpo produce más grelina. Por otro lado, según investigaciones hechas por las universidades de California y Columbia dormir poco hace a las personas más propensas a alimentarse mal y menos capaces de controlar el impulso de comer en demasía.