El noruego Alexander Kristoff (UAE Emirates) fue el más rápido al esprint este sábado en Niza para adjudicarse la primera etapa del Tour de Francia, marcada por una sucesión de caídas sobre una calzada muy resbaladiza por la lluvia.
El velocista de 33 años se enfundó el primer maillot amarillo de esta edición que arrancó con un rígido protocolo sanitario, con restricción de acceso para el público, debido a la pandemia de coronavirus.
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La lluvia transformó el asfalto en una pista de patinaje en algunos tramos, lo que provocó caídas y derrapes en una pista con mucha grasa, sobre todo luego del largo periodo de sequía estival en la Costa Azul.
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Los tiempos fueron neutralizados en el paso bajo la pancarta de los tres últimos kilómetros, después de que así lo decidiesen los jueces de la carrera a raíz de las quejas de los corredores una vez realizaron los dos primeros pasos por el Paseo de los Ingleses.
El francés Thibaut Pinot, uno de los favoritos al triunfo final, se vio envuelto en una caída ya en la zona de seguridad de cara a los tiempos de la general.
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Su maillot desgarrado dejó entrever varias contusiones en el torso. El galo llegó a meta rodeado por sus compañeros del equipo FDJ, sin pérdida de tiempo pero con el rostro serio.
Por detrás de una escapada de tres corredores (Gautier, Grellier y Schär) formada desde el inicio de la etapa, el pelotón se limitó a rodar asegurando la adherencia en cada pedalada.
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Varios líderes de equipos se vieron pronto afectados por caídas de menor alcance, como Julian Alaphilippe, el australiano Richie Porte y el colombiano Nairo Quintana.
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PRUDENCIA Y NEUTRALIZACIÓN
Otro de los hombres que dio con sus huesos en el asfalto -en dos ocasiones- fue el ruso Pavel Sivakov, uno de los lugartenientes para la montaña del vigente campeón colombiano Egan Bernal.
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Dolido en las costillas, con los codos ensangrentados, el joven de 23 años, en su bautismo en el Tour, tuvo que navegar a la cola del pelotón.
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Luego de la neutralización de los escapados, y ante la constatación de las caídas, el pelotón se dejó llevar por la prudencia, con algunos velocistas como Nizzolo o Caleb Ewan mal posicionados en el pelotón.
Esa tranquilidad aparente fue rota por el equipo Astana a 46 kilómetros de meta, con una aceleración en un descenso.
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Unas curvas más adelante, la caída de su líder, el colombiano Miguel Ángel López, que se salió de la calzada y se golpeó contra una señal, puso fin a ese golpe de ambición.
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A pesar del nuevo relajamiento en el pelotón, el neozelandés George Bennett, uno de los gregarios del favorito Primoz Roglic, se fue al suelo con daños en el hombro.
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Con los corredores más preocupados por no caerse que por destacar, esta atípica etapa tuvo algo de acción en los 20 últimos kilómetros, luego de una tentativa de Benoît Cosnefroy.
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En la volata final, Kristoff superó al campeón del mundo danés Mads Pedersen y al holandés Cees Bol para sumar a su palmarés su cuarta victoria de etapa en el Tour.
Antiguo ganador de la Milán-San Remo y del Tour de Flandes, Kristoff (33 años) se vistió de amarillo un día antes de las primeras dificultades montañosas en el Tour.
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