Una empresa italiana ha desarrollado una posible solución para mantener la distancia de seguridad este verano en las playas y evitar el contagio del coronavirus: se trata de cubículos de plástico transparente que aíslen a los bañistas en cada tumbona.
"Después de observar el uso de estas estructuras divisorias en hospitales y residencias de ancianos, hemos pensado que también podrían usarse en las playas", explica a Efe el responsable de ventas de la empresa Nuovaneon, Marco Giusti.
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El proyecto está todavía en estudio, pero se trata de dispositivos portátiles fabricados con hierro o aluminio y pantallas de policarbonato o plexiglas , lo que protegería a los bañistas de la tos y los estornudos de sus vecinos de tumbona.
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Tendrían unas dimensiones de 4,5 metros por lado y un acceso de un metro y medio de ancho, dentro del cual se situaría la tumbona, la sombrilla o cualquier elemento, aunque el tamaño se podría adaptar.
Hasta ahora Nuovaneon ya ha recibido solicitudes de varias empresas hoteleras, según explica Giusti, para quienes trabajan con proyectos personalizados a la espera de nuevas normativas oficiales que regulen el acceso a las playas.
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La empresa, especializada en montar expositores para el sector de la cerámica, tuvo que cerrar al empezar la crisis del coronavirus, pero encontraron un nuevo filón de negocio en este tipo de estructuras.
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Volvieron a abrir recientemente para fabricar pantallas protectoras para el personal sanitario, o estructuras de protección en restaurantes y oficinas, lo que ha tenido un gran éxito, señala Giusti.
"Primero nos llegaron solicitudes de los ayuntamientos y empresas para los que trabajamos normalmente, pero ahora tenemos muchos clientes nuevos. Hemos ampliado el negocio ", apunta.
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Las pantallas divisorias se usarán en bares y restaurantes para separar a los distintos comensales, en oficinas públicas o incluso en parques de bomberos, según el responsable de la empresa, que asegura que el Ministerio de Interior ya les ha solicitado este material.
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El uso de estos cubículos en las playas, sin embargo, está todavía en el aire, ya que el Gobierno y las administraciones regionales todavía no han especificado si podrán abrir en verano y en caso de que lo hagan, con qué restricciones, cuando en Italia todavía estará en vigor el confinamiento general al menos hasta el 3 de mayo.
Giusti admite que están esperando a las "normativas oficiales" para saber cómo podrán fabricar estos dispositivos, por lo que por el momento están trabajando con hipótesis con las empresas hoteleras.
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La empresa de Módena (norte), fundada hace 30 años y con 60 trabajadores, ha vivido con esta nueva situación un renacer económico inesperado.
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