Una ceremonia escolar que debía estar llena de sonrisas y orgullo familiar terminó envuelta en una escena de vergüenza colectiva. El evento tuvo lugar en la escuela primaria Faulk, en West Memphis, Tennessee, donde varios padres protagonizaron una pelea a puño limpio durante la graduación de sus hijos, generando consternación entre los asistentes y una ola de indignación en redes sociales.
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El suceso, registrado en video por un testigo, muestra el momento exacto en el que la celebración se transforma en una batalla campal. En las imágenes, difundidas por el medio WREG, se escuchan claramente los gritos de los niños pidiendo que se detengan. Uno de ellos, entre lágrimas, ruega: “¡Paren, hay niños!”. El pasillo decorado con globos y carteles festivos se convirtió en un escenario de caos y miedo.
Testigos afirman que todo comenzó con una discusión entre dos mujeres. En cuestión de segundos, más adultos intervinieron, lejos de calmar los ánimos. Algunos intentaron separar a los involucrados, pero terminaron participando en la pelea.
Empujones, insultos y golpes estallaron frente a la mirada atónita de los más pequeños, quienes no comprendían por qué sus padres se comportaban de esa forma en un momento tan importante para ellos.
A pesar de lo ocurrido, hasta el momento no se han reportado heridos graves ni detenciones. Sin embargo, las autoridades escolares confirmaron que están revisando las grabaciones de seguridad, que incluyen audio, para identificar a todos los responsables. “Somos una comunidad pequeña. Ya tenemos los nombres”, declaró el superintendente del distrito escolar, Eric Foister, a medios locales.
La reacción no se hizo esperar. Padres de familia, ciudadanos y expertos en educación expresaron su preocupación en redes sociales. Muchos cuestionaron el ejemplo que se les está dando a los niños. “¿Cómo pretendemos que nuestros hijos resuelvan conflictos de forma pacífica si ven esto en casa?”, escribió un usuario en X. Otro añadió: “No deberían permitirles volver a asistir a actos escolares”.
El distrito escolar de West Memphis emitió un comunicado en el que reitera su política de “tolerancia cero” frente a cualquier comportamiento que ponga en riesgo el ambiente educativo. Mientras tanto, la comunidad exige sanciones ejemplares para los involucrados. Lo que debió ser un recuerdo feliz para los niños, ahora es una lección dolorosa sobre el mal ejemplo de los adultos.
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