La creación de huertas y la siembra en conjuntos residenciales es una práctica que ha ganado popularidad debido a su impacto positivo en la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.
Sin embargo, este tipo de iniciativas debe realizarse cumpliendo con las normativas estipuladas en la Ley 675 de 2001, conocida como la Ley de Propiedad Horizontal, que regula los inmuebles con derechos de propiedad exclusiva y bienes comunes.
La Ley y el cuidado de las áreas verdes en conjuntos residenciales
De acuerdo con la Ley 675 de 2001, cada conjunto residencial tiene la potestad de establecer sus propias normas internas mediante el reglamento de propiedad horizontal o las decisiones de la asamblea general.
Estas normas regulan el uso y mantenimient o de las zonas comunes, incluidas las áreas verdes, donde podrían instalarse huertas.
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Para proteger y mantener estas áreas verdes, se deben seguir ciertas recomendaciones generales:
- Evitar la acumulación de basura: Mantener las áreas libres de desechos no solo mejora la apariencia del lugar, sino que también previene malos olores y promueve un ambiente limpio.
- Podar las plantas y mantener el orden: Las plantas bien cuidadas no solo embellecen el espacio, sino que también contribuyen al bienestar general de los residentes.
- Regar y cuidar adecuadamente las plantas: Garantizar un riego apropiado y evitar el uso excesivo de productos químicos ayuda a conservar un entorno saludable.
- Plantar árboles y especies nativas: Este enfoque fomenta la biodiversidad local y reduce el impacto ambiental negativo.
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Al igual que existen recomendaciones para cuidar las áreas verdes, también hay prohibiciones claras para preservar la armonía en los conjuntos residenciales. Estas incluyen:
- Modificar fachadas y zonas comunes sin autorización.
- Colocar letreros, pancartas o avisos no permitidos en ventanas y fachadas.
- Utilizar pasillos, escaleras o puntos fijos para estacionar bicicletas, jugar o almacenar objetos.
- Usar los parqueaderos como espacios de juego o reunión.
Estas reglas buscan mantener el orden y prevenir el deterioro de las instalaciones comunes.
¿Es posible tener huertas en conjuntos residenciales?
La instalación de huertas en zonas comunes es una decisión que depende del reglamento interno de cada conjunto residencial.
Por ejemplo, en muchas ocasiones, las asambleas generales de copropietarios discuten y aprueban proyectos relacionados con huertas comunitarias, siempre que se respete el uso designado de las áreas comunes y no se altere el diseño arquitectónico del lugar.
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La creación de huertas puede traer diversos beneficios, como la producción de alimentos frescos, la promoción de la educación ambiental entre los residentes y el fortalecimiento del sentido de comunidad. Sin embargo, es fundamental que los residentes lleguen a acuerdos claros sobre su manejo y mantenimiento.
Si estás interesado en implementar una huerta en tu conjunto residencial, considera los siguientes pasos:
- Revisa el reglamento de propiedad horizontal para conocer las normativas aplicables.
- Presenta la propuesta en la asamblea general, argumentando los beneficios y planteando un plan de mantenimiento.
- Asegúrate de que la huerta no interfiera con otras actividades o usos de las zonas comunes.
- Promueve la participación activa de los residentes para garantizar el éxito del proyecto.
Sí es posible sembrar en conjuntos residenciales, pero bajo las condiciones y regulaciones que establezcan sus propias normas internas. Una huerta comunitaria bien gestionada puede ser una excelente iniciativa para fortalecer los lazos vecinales y fomentar un estilo de vida más sustentable.
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