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Tener mascotas en conjuntos podría salir muy caro, según esta norma

Una ley obliga a los dueños de mascotas a pagar costos en conjuntos residenciales si incumplen normas. Conozca los casos más comunes y cómo evitarlos.

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Dueños de mascotas deberán pagar más en conjuntos
Foto creada con Léxica

Las mascotas son una fuente inagotable de amor y compañía, pero también implican responsabilidades, sobre todo cuando se vive en conjunto con otras personas. En Colombia, millones de ciudadanos residen en unidades residenciales bajo el régimen de propiedad horizontal, y ahora, tener un animal de compañía puede significar costos adicionales si no se cumplen ciertas normas.

Con la entrada en vigor de normativas como la Ley 1801 de 2016 (el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana), algunos comportamientos de los propietarios de mascotas pueden ser sancionados. Las administraciones de los conjuntos residenciales, además, han empezado a reforzar los reglamentos internos para proteger las zonas comunes y garantizar la sana convivencia.

Mascotas y convivencia: obligaciones que no se pueden ignorar

Entre las medidas que más llaman la atención está la obligación de recoger los desechos de los animales y desecharlos en recipientes adecuados. No hacerlo no solo genera problemas de convivencia, sino que también puede salir caro: la multa por dejar las heces en áreas comunes o espacios públicos en 2025 asciende a $94.900.

Vivir con mascotas en un conjunto residencial no es simplemente dejarlas pasear por los pasillos o los parques comunes. Existen normas claras que prohíben, por ejemplo, dejar que los animales ensucien zonas compartidas o causen molestias por ruidos o comportamientos agresivos. En muchos conjuntos incluso se establecen horarios específicos para el uso de áreas verdes.

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La presencia de mascotas debe ser armoniosa con la de los demás vecinos. Si un animal causa daños en las zonas comunes, como jardines, muebles o instalaciones, el dueño deberá asumir los costos de reparación. Este punto ha sido reforzado en reglamentos internos con respaldo legal, y puede incluso afectar la cuota de administración.

Además, en algunos casos, si una mascota se vuelve reiteradamente un problema para la convivencia, ya sea por agresividad, ruido o suciedad, el consejo de administración puede intervenir e imponer restricciones a su libre circulación dentro del conjunto.

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Consejos para evitar sanciones si vives con mascotas

Para evitar sorpresas desagradables, lo primero que debe hacer un dueño responsable es leer a fondo el reglamento de propiedad horizontal. Aunque la ley protege el derecho a tener mascotas, también exige que se respeten los espacios comunes y a los demás residentes.

Llevar siempre bolsas para recoger los excrementos, usar collar y correa, evitar que los animales entren a zonas restringidas (como piscinas o salones comunales), y enseñarles buenos hábitos de convivencia son acciones que harán la vida más tranquila tanto para los dueños como para los vecinos.

En resumen, tener mascotas en conjuntos residenciales sí es posible, pero implica un compromiso adicional. No seguir las normas no solo puede causar molestias entre vecinos, sino también acarrear sanciones económicas. Así que ya sabes: si tienes mascota, cuídala, pero también cuida tu entorno.

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