El partido de octavos de final entre Irak y Jordania en la Copa de Asia terminó en medio de la controversia. Aunque los iraníes lograron ponerse arriba 2-1, la celebración peculiar de Ayman Hussein, quien se sentó en el césped simulando comer pasto, generó la molestia de la selección de Jordania.El árbitro decidió mostrarle la segunda tarjeta amarilla a Hussein, considerando su acción como irrespetuosa, dejando así a Irak con 10 jugadores. Sin embargo, cabe destacar que una acción similar fue realizada por jugadores de Jordania al marcar el 0-1, sin que el árbitro tomara ninguna medida disciplinaria.Con la expulsión y la desventaja numérica, Jordania aprovechó para remontar el marcador y asegurarse un lugar en los cuartos de final con una victoria de 2-3. Su próximo desafío será contra Tayikistán. El entrenador de Irak, Jesús Casas, expresó su inconformidad con el trato diferente que recibió su equipo, comparando la celebración de Hussein con la de los jugadores de Jordania que no recibieron tarjetas amarillas por acciones similares.Casas lamentó la expulsión de Hussein en el minuto 78, señalando que la decisión del árbitro afectó el desarrollo del encuentro al dejar a Irak con pocas opciones defensivas. Aunque reconoció que su equipo no estuvo a la altura en la primera mitad, afirmó que tomaron el control en la segunda parte, pero la tarjeta roja cambió el rumbo del partido.La controversia se intensificó incluso en la rueda de prensa, donde periodistas jordanos intentaron agredir al técnico español Jesús Casas. Afortunadamente, la situación no escaló a mayores. La polémica en torno a las decisiones del árbitro y las acciones de los jugadores ha dejado una marca en este emocionante enfrentamiento de la Copa de Asia, dejando a los seguidores con mucho de qué hablar sobre la equidad y la imparcialidad en el fútbol.Te puede interesar: ¿Qué hacer en Bogotá? 5 planes baratos en 'EL SEPTIMAZO'