
Carolina Soto, una de las figuras más queridas de la televisión colombiana, se ha convertido en una de las víctimas de un ingenioso fraude que ha sorprendido a muchos en Bogotá.
La conductora del programa matutino Día a Día compartió en exclusiva con El Klub de La Kalle su experiencia con un hombre que se hacía pasar por sacerdote y que engañó a su familia , lo que generó una gran indignación entre sus seguidores.
En un relato lleno de sinceridad, C arolina detalló cómo, en un día común de fin de semana, ella y su esposo, Germán González, se encontraban junto a sus hijos regresando de un partido de fútbol en el sector de La Conejera, Suba.
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En el camino, se toparon con un hombre vestido con sotana , quien, según Soto, estaba ofreciendo bendiciones a los conductores que se detenían en el semáforo. Conmovidos por la escena, la familia decidió recibir la bendición y hacer una pequeña donación al supuesto sacerdote.
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"Mi esposo comentó que estaba bien que el padre estuviera dando bendiciones, y yo, sin pensarlo mucho, decidí seguir el acto y dar un aporte", explicó Carolina. Sin embargo, algo no le quedó claro. "Después de pasar por el lugar, me surgió la duda sobre la autenticidad de ese hombre. Estaba tan bien vestido, el traje era impecable", contó la presentadora.
Fue más tarde, al consultar con su esposo sobre la situación, que empezó a plantearse otras hipótesis. G ermán, inicialmente incrédulo ante la duda, le explicó que cerca había una iglesia, por lo que pensó que su pensamiento no tenía sentido. Pero el instinto de Carolina le decía que algo no estaba bien.
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Lo que en principio parecía ser un acto benévolo se transformó en una sorpresa. La verdad salió a la luz cuando sus seguidores en redes sociales comenzaron a alertarla sobre el individuo.
"Al principio me llegaron varios mensajes diciendo que ese hombre ya era conocido por hacer este tipo de engaños. Incluso me enviaron fotos de él y videos de personas confrontándolo", reveló la presentadora.
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Lo que parecía ser un sacerdote haciendo un gesto de generosidad resultó ser un fraude que ya había sido denunciado en varias partes del país, incluido Pereira, antes de llegar a Bogotá.
El impacto fue grande. "Estamos en shock", dijo Carolina al expresar su indignación tras conocer la verdad. Muchos de sus seguidores, preocupados, le enviaron noticias y detalles sobre el supuesto sacerdote, lo que evidenció la magnitud del engaño.
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A pesar del revés, Carolina relató con humor que, al principio, su esposo había considerado dar una mayor cantidad de dinero. "Le dimos cinco mil pesos, pero Germán me dijo que estuvo a punto de darle 50 mil, para dar el diezmo bien", agregó, mostrando una mezcla de asombro y preocupación por lo ocurrido.
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