Rose Cartwright ha extrañado al mundo con su historia. Cuando tenía apenas 15 años empezó a notar que algo en su cabeza no andaba bien. Resulta que desde que vio la foto de un niño desnudo se obsesionó con ello y con el paso de los años llegó a pensar que era pedófila. Sin embargo, no se trataba de eso.
En diversas entrevistas, la joven ha contado que su trastorno llegó al punto extremo de ver vaginas en todos lados. Es decir que veía esta forma en objetos y hasta en rostros de personas. De hecho, tales pensamientos la hicieron creer que era homosexual.
Cuando su condición la llevó al borde del suicidio, Cartwright encontró en Internet la descripción de lo que sentía y se tranquilizó un poco. Descubrió que padece de un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) conocido como “O puro”. Un problema que provoca pensamientos obsesivos en temas controvertidos como el sexo y el asesinato.
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Al ser consciente de su circunstancia, probó diferentes tipos de terapias, pero cuando vio una vagina en la cara del actor Jake Gyllenhaal supo que necesitaba una ayuda más extrema.
Según publicó el New York Post, la joven inglesa se sometió a una terapia de pornografía intensiva. Debía ver este tipo de imágenes tres veces al día durante tres meses. Solo este tratamiento logró una reducción de estos pensamientos en periodos más prolongados.
Rose Cartwright ha compartido su caso en reconocidos medios y escribió un libro llamado ‘Pure’. Ahora este escrito será adaptado en una serie televisiva que esperan transmitir pronto en canales ingleses.
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