La emoción y el suspenso se apoderaron del estadio

Roazhon Park

durante el enfrentamiento entre Rennes y Villarreal por la Europa League . Con el marcador 2-3 a favor del equipo español, el conjunto local tuvo la oportunidad de igualar el resultado, un gol que les aseguraría el liderato del grupo F. Un tiro libre concedido por el árbitro desencadenó un momento crucial . El balón golpeó el travesaño y tras la jugada posterior a ese suceso, el equipo logró anotar el agónico empate, desatando la euforia en las gradas.

Sin embargo, lo que parecía ser la validación del gol se transformó en desconcierto. Después de unos instantes de celebración, el árbitro anuló la acción , causando revuelo y protestas por parte de ambos equipos, que no entendían lo que pasaba.

El motivo detrás de esta decisión resultó ser una acción antirreglamentaria que ni siquiera el juez central había percibido en un primer momento. Fue el VAR quien comunicó al árbitro sobre la infracción, llevándolo a invalidar el gol.

La situación particular en torno al gol anulado del Rennes en la Europa League se debió a la ejecución del tiro libre por Enzo Le Fée. Tras el impacto en el travesaño, el rebote volvió a caer en los pies del mismo jugador, quien volvió a conectar el balón. Posteriormente, su compañero Assignon logró anotar el gol del empate. La controversia radicó en una norma similar a la de los penales: el reglamento prohíbe que el mismo jugador que ejecuta un tiro , en este caso Le Fée, vuelva a tocar el balón dos veces consecutivas, incluso si este rebota en la estructura del arco.

Este desenlace impactante no solo mantuvo en vilo a los espectadores en el estadio, sino que generó un debate sobre la intervención del VAR y la interpretación precisa de las reglas del juego. El momento, inicialmente de emoción y alegría , se convirtió en un episodio de confusión en el mundo del fútbol europeo.

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