
El caso de Érika Yanira Morales, una joven de 20 años oriunda de Nariño, conmovió a Colombia. Su muerte, ocurrida el sábado 1 de marzo en Pasto, no solo reavivó el debate sobre el derecho a morir dignamente, sino que también dejó en evidencia una deuda pendiente en materia de justicia.
Tatiana Morales, su hermana, fue su principal apoyo durante los últimos años, denunciando las dificultades que enfrentó Érika para acceder al procedimiento de eutanasia. Ahora, tras su partida, Tatiana ha manifestado su firme decisión de buscar justicia para su hermana.
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A través de sus redes sociales, Tatiana compartió un emotivo mensaje tras la muerte de Érika Morales: “Mi hermoso y bello ángel, te amo hermana de mi vida, nunca te voy a olvidar. Y lucharé para que esas asesinas paguen todo el daño que te hicieron, mi amor. Te lo juré y te lo cumpliré”. Sus palabras reflejan el profundo vínculo entre ambas y la promesa de continuar con la lucha para que se haga justicia.

El caso de Erika Morales sigue en al impunidad
El drama de Érika Morales comenzó en 2021, cuando fue atacada en el baño de un bar por dos mujeres con quienes tuvo una discusión. La agresión, que incluyó golpes con una botella de whisky en la cabeza, la dejó inconsciente. Las secuelas fueron devastadoras, estuvo en coma más de un año y, al despertar, los médicos confirmaron que padecía cuadriplejia irreversible.

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A pesar de que las responsables del ataque están plenamente identificadas, hasta la fecha no han sido capturadas ni judicializadas, lo que ha generado indignación en la opinión pública.
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Después de cuatro años postrada en una cama, viendo cómo su estado de salud se deterioraba sin esperanza de mejoría, Érika solicitó acceder a la eutanasia. Inicialmente, su EPS rechazó el procedimiento, lo que la obligó a emprender una batalla legal. Finalmente, tras la presión mediática y una revisión por parte de una junta médica, se aprobó su solicitud.
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Sin embargo, antes de que se llevara a cabo la muerte asistida, Érika falleció de manera natural el 1 de marzo. Su partida dejó a su familia sumida en el dolor, pero también reforzó la determinación de su hermana Tatiana de seguir adelante con la exigencia de justicia.
La historia de Érika Morales ha provocado indignación en todo el país, no solo por la falta de respuesta de la justicia frente a sus agresoras, sino también por los obstáculos que enfrentó para acceder a la eutanasia.
Ahora, su familia y la opinión pública esperan que su caso no quede impune y que se haga justicia por el sufrimiento que atravesó hasta el final de su vida.
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