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Joven de 20 años quedó cuadripléjica tras una noche de rumba; pide eutanasia

“No quiero seguir viviendo así”, expresó la joven, cuya vida cambió drásticamente tras una noche que parecía ser solo de diversión. La EPS le negó la solicitud.

 Joven de 20 años quedó cuadripléjica tras una noche de rumba
Joven de 20 años quedó cuadripléjica tras una noche de rumba
/Foto: redes sociales

En Pasto, Nariño, Erika Yanira Morales, una joven de 20 años, enfrenta una realidad lamentable. En 2021, durante una reunión en una discoteca, fue agredida: un golpe en la cabeza con una botella de licor le provocó un infarto cerebral y daños irreversibles que la dejaron en cuadriplejia, ¿la eutanasia, una posibilidad?

Desde entonces, su vida ha estado marcada por el sufrimiento. Tras el hecho, los médicos fueron claros: no habría posibilidad de recuperación. Erika pasó un año y siete meses en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Cuando finalmente despertó, su cuerpo estaba inmóvil y la comunicación se volvió un reto: ahora se expresa señalando letras del abecedario, un método que le permite manifestar sus deseos, entre ellos, el de acceder a la eutanasia.

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Tatiana Morales, su hermana, confirmó que Erika pidió a su familia que intercediera para que se le concediera el derecho a morir dignamente. Han pasado tres años desde aquella noche que cambió todo, y los dolores insoportables que sufre la han llevado a tomar esta decisión.

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¿Por qué no ha podido acceder a la eutanasia?

Con su salud cada vez más deteriorada, ha perdido tanto peso que su cuerpo apenas se sostiene, y su nutrición depende completamente de un sistem a de alimentación enteral.

La familia presentó la solicitud ante la EPS Emssanar, invocando el derecho a la eutanasia, legal en Colombia desde 2015. Sin embargo, la entidad prestadora de salud se ha negado a autorizar el procedimiento, a pesar del dolor evidente y la voluntad expresada por Erika.

"No quiero seguir viviendo así. Solo quiero descansar en paz", son las palabras que, según su hermana, la joven ha repetido en varias ocasiones.

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Mientras tanto, su familia no cesa en la búsqueda de alternativas legales que permitan cumplir el último deseo de Erika, en medio de una lucha que va más allá de la burocracia: la lucha por el alivio de un dolor que no da tregua.

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